«No tenían nada que ver con narcos, habían salido solo a pescar»

«No sabemos qué ocurrió, pero seguro que no tenían nada que ver con el narcotráfico, como se ha llegado a decir; habían ido a pescar, yo mismo le compré la 'carná' y hablé con él cuando estaba en el mar». Con cierta indignación, uno de los allegados de José Miguel M. S., fallecido al naufragar con una barca ante la playa de El Palmar, acallaba ayer en el tanatorio de Cádiz los rumores surgidos tras el rescate del cadáver, que apuntaban a una posible participación de los dos tripulantes de la barca en un alijo de droga.

Esta hipótesis se apoyaba en una serie de lagunas en los hechos, que despertaron en principio ciertas dudas: por ejemplo, el que un anónimo alertara del siniestro desde una cabina telefónica cuatro horas después de que éste ocurriera; o que ambos hombres -uno de San Fernando y otro de La Línea- salieran con una barca que no era de su propiedad desde Barbate y que, además, se aventuraran en un día de temporal nada propicio para la pesca, en el que ni siquiera las flotas de la zona salieron a faenar. Además, al menos uno de los fallecidos contaba con antecedentes penales. Con todo, según fuentes cercanas al caso, no existe ninguna prueba que confirme esta hipótesis acerca del narcotráfico.

Lo que sí es cierto es que el accidente ha resultado un dramático suceso que ha golpeado a dos familias, que ayer se mostraban manifiestamente conmocionadas. «Cómo iban a dedicarse al narcotráfico, si iban en una barca de cinco metros y medio de eslora, no en una neumática», repetían entre lágrimas, mientras aguardaban a identificar los cadáveres.

Tras 24 horas de espera en el tanatorio de la Zona Franca de Servisa, en Cádiz, donde los forenses del Instituto de Medicina Legal practicaban ayer sendas autopsias, los familiares pudieron al fin ver los cuerpos rescatados en torno a las 15.00 horas, y confirmaron que se trataban de José Miguel M. S. y Juan Carlos M. C.

El sepelio, hoy a las 10.30

José Miguel era el más joven, con 34 años, y vecino de San Fernando. Según sus familiares había sido soldado en las Fuerzas Armadas, pero ahora estaba en el paro. «Se buscaba la vida como podía», explicaba uno de sus amigos. Juan Carlos, por su parte, estaba casado y tenía tres hijos. Este hombre de 44 años, natural de Lebrija (Sevilla) y dedicado a la albañilería, vivía en La Línea, ciudad donde se trasladó su cuerpo en la tarde de ayer a la espera de que hoy a las 10.30 de la mañana se le dé sepultura en el cementerio linense. También ayer por la tarde se llevó al tanatorio de San Fernando el cadáver de José Miguel M. S.

La desaparición de estos dos hombres se produjo en la tarde del domingo, al parecer, al sufrir una fuga de agua la embarcación en la que se habían hecho a la mar, llamada 'Elviramar', con matrícula 311-7-3/1994 (registrada en Barbate). A última hora de ayer este barco de recreo -de los llamados semicabina- aún no había aparecido, a pesar de que Salvamento Marítimo rastreó durante la mañana la costa.

El dispositivo de búsqueda se puso en marcha la misma noche del domingo, pero no fue hasta la mañana siguiente cuando dos pesqueros de Conil -'Los Heredia' y 'Fernández'- localizaron los cadáveres flotando a escasos kilómetros de la costa, ante la playa de El Palmar.