El tirón de Delphi languidece tres años después

Una procesión de parados recorrió ayer la ciudad de un extremo a otro. Un cartel, con un puñal clavado en el corazón de la Bahía, fue el símbolo o estandarte que encabezó la marcha. Los antiguos trabajadores de Delphi protagonizaron una manifestación en Cádiz para exigir a la Junta que cumpla con los compromisos firmados en julio de 2007.

La protesta arrancó a las diez de mañana de Cortadura y recorrió la Avenida hasta acabar en Diputación, casi tres horas después. Unos 2.000 manifestantes, según la Policía Local, y más de 3.000 según las centrales sindicales, ocuparon la principal arteria de la ciudad en demanda de un puesto de trabajo. Pero la manifestación de ayer no tuvo nada que ver con la explosión de apoyo popular que recibieron los trabajadores de Delphi el 1 de marzo de hace tres años, justo un mes después del cierre de la factoría. Entonces, una marea humana de 50.000 personas acompañó a las 1.800 familias que se habían quedado en la calle.

La respuesta de los gaditanos también fue unánime el 18 de abril de 2007 durante la jornada de huelga general que vivió la Bahía en favor del tejido industrial. La situación ha cambiado. Los 600 trabajadores de la extinta factoría que aún siguen sin recolocar tienen el respeto de la sociedad gaditana, pero la intensidad del respaldo inicial se ha ido apagando con el paso de los años y el aumento del paro en la provincia. Los curiosos que contemplaban ayer desde las aceras el paso de la marcha asentaban con la cabeza las reivindicaciones y las consignas de los ex Delphi, pero reconocían al mismo tiempo que «hay muchos parados en Cádiz que están peor que ellos». Los ex trabajadores de Delphi lanzaron una pregunta al aire: «Parado, ¿Qué miras? Tu puesto está en la fila», pero la respuesta popular fue mínima.

La marcha arrancó de las inmediaciones de Cortadura y el momento de mayor tensión se vivió a los pocos minutos cuando la comitiva ocupó los cuatro carriles de la Avenida. Un fuerte dispositivo policial tomó posiciones en el cruce con la calle Nereidas para que los manifestantes respetaran el acuerdo con la Subdelegación de Gobierno y se ciñeran exclusivamente a los dos carriles marcados. Mientras tanto, el caos de tráfico era mayúsculo en el acceso a Cádiz tanto por el puente como por la carretera de San Fernando. Las avenidas de Juan Carlos I y de la Bahía hicieron de canales para desviar la circulación.

L os organizadores de la marcha no tenían intención de abandonar la totalidad de la calzada. Las negociaciones con la Policía duraron varios minutos hasta que se dio orden a las fuerzas de seguridad de que no actuaran y permitieran la ocupación total. A partir de ese momento la marcha transcurrió con normalidad y escoltada en todo momento por los antidisturbios. Durante el recorrido los manifestantes corearon consignas contra el PSOE y Zapatero, pero el chaparrón más fuerte de las críticas se lo dedicaron a Manuel Chaves y José Antonio Griñán, a los que acusaron de «traidores».

Los afectados por el cierre de la planta preguntan ahora dónde están las empresas que prometió la Junta para la Bahía y los 4.000 empleos que dijo el Gobierno que crearía en tres años. Los ex trabajadores de Delphi exigen que la Junta cumpla con la recolocación, siga con la cobertura social y se haga cargo de los terrenos de la factoría. La manifestación acabó ante las puertas de Diputación y con una larga pitada a su presidente, González Cabaña.