Jonathan ha colgado una sábana a modo de pancarta con el lema 'La necesidad me obliga'. :: F. JIMÉNEZ
CÁDIZ

Un parado ocupa la casa de su vecina, que acababa de fallecer

Procasa presentará hoy una denuncia ante los juzgados para que le desalojen al tener la vivienda la calificación de Protección Oficial

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La desesperación y la necesidad a veces juegan malas pasadas y hacen que uno actúe de forma totalmente inesperada. Es el caso de Jonathan Macías, un parado de 29 años y padre de dos hijos que esperó a que muriera su vecina del primero A, de la calle Olvera en la barriada del Cerro del Moro, para trepar hasta su casa y ocuparla. Jonathan esperó a que los familiares acudieran al velatorio y la vivienda se encontrara totalmente sola. «Por la necesidad me veo así», le explica a todo aquel que pasa por la calle con una pintada en una sábana a modo de pancarta colgada en el balcón.

Desde que entrara en la vivienda hace ya ocho días, está sin agua y sin luz, pero para él, eso es lo de menos. La preocupación va más allá, a su situación laboral y a sus hijos. Durante cuatro largos años luchó para obtener la custodia de sus dos vástagos, de 6 y 9 años, una custodia que ahora la Junta de Andalucía ha decidido retirarle al emitir un informe desfavorable a causa de esta ocupación.

Hasta hace una semana, antes de que se decidiera a mudarse provisionalmente, tenía derecho a ver sus hijos dos días a la semana y fines de semana alternos. Hasta el martes disfrutaba sus ellos por estar en el periodo vacacional -le correspondían durante 45 días-. «Por ahora están con mi madre pero yo no he luchado para que estén con ella sino conmigo».

Esto es lo que pide, una vivienda donde criar a sus descendientes y un trabajo para poderles mantener. Ni siquiera quiere quedarse con la vivienda que actualmente ocupa. De hecho cuenta que no ha tocado casi nada para que cuando vuelvan los familiares de la vecina fallecida encuentren todo tal y como lo dejó ella.

El apoyo de los vecinos

En esta desesperada aventura Jonathan no está solo. Los gaditanos del Cerro del Moro, sus vecinos, han decidido apoyarlo y han comenzado a recoger firmas como muestra de apoyo. Lo que en un principio podría indignar a la barriada por las circunstancias en que se produjo, ha desembocado en la estampa de decenas de firmas. Además, la asociación juvenil del barrio le ha proporcionado un abogado para defenderse.

Pero el principal escollo al que se tiene que enfrentar Jonathan no es la sociedad ni los posibles familiares de la fallecida -que él asegura que no tiene-, sino que es a la propia vivienda que está ocupando. La casa del Cerro del Moro tiene la calificación de Protección Oficial por lo que la responsabilidad sobre la propiedad, tras la muerte de su dueña, recae en el Ayuntamiento.

De hecho, el Patronato de Vivienda presentará, en la mañana de hoy, una denuncia en los juzgados con el fin de poder desalojar a Jonathan de la casa. «No nos hemos puesto en contacto con él ni lo vamos a hacer», afirmaban fuentes de Procasa. «Ya que no tenemos porqué ponernos comunicarnos. Vamos a llevarlos a los juzgado y será un juez quien determine lo que se ha de hacer».

Precisamente la responsabilidad recae ante el juez o la autoridad competente dado que la Policía sólo podía haber actuado durante las primeras 24 horas de la ocupación, cosa imposible ya que cuando la noticia se conoció, Jonathan llevaba una semana en el interior de la vivienda.