CÁDIZ

LO PEOR

Los parones, el decoro y los aplausos

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La solemnidad del cortejo estuvo reñida con aspectos mejorables. Uno de los más comentados fue el de lentitud. Quizás por el excesivo número de cofrades en el cortejo o por el ritmo de los pasos -el caminar de la Patrona se deslució a la recogida- la procesión del Corpus es excesivamente lenta.

Otro de los grandes problemas es el decoro. Levantar las caídas de un paso para aliviar el calor no es lo más adecuado en plena plaza de San Juan de Dios. Mejorable fue también la vestimenta de muchos de los integrantes. La curia sigue sin revestirse con los ropajes antiguos que posee y la Corporación Municipal sigue sin usar el chaqué para acudir a la procesión.

Fuera de lugar los aplausos a la alcaldesa Teófila Martínez durante la procesión. Algunos de los presentes en el público estuvieron más pendientes de su presencia que la del propio Santísimo que tenían delante y al que se le suponía protagonista.