CÁDIZ

Los votos de 130 hermanos, de una nómina de 1.800, cambian la historia

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La cofradía de Medinaceli tiene una nómina aproximada de 1.800 hermanos, con un porcentaje muy elevado de mayores que, en buena lógica, reúnen los requisitos para poder votar en un cabildo extraordinario. El caso es que el jueves acudieron un total de 130, de los que 123 se mostraron a favor, por lo que tuvieron en sus manos el privilegio de cambiar el rumbo de la historia. Este porcentaje tan ínfimo es el que establece la normativa. De todas formas, resulta un poco incongruente que una hermandad pueda abandonar una jornada porque así lo quieran menos del 10% de sus hermanos.

El problema es que si ese porcentaje se incrementa las dificultades para lograr acuerdos serían muy grandes. El ejemplo del Medinaceli es el mejor exponente, pues ya intentó salir de la Madrugada con anterioridad y no lo consiguió por el escaso poder de convocatoria. Y hasta que no lo han logrado no han parado. Esto demuestra que hay muchas brechas abiertas en el seno de las hermandades, independientemente de las lagunas de la propia norma. Para empezar, cuando las cofradías llaman a su gente apenas encuentran respuesta. Para seguir, hay un problema a la hora de captar hermanos para la fila. En Medinaceli se quejan de que no tienen un grupo joven que aporte vida y de que los mayores cada vez salen menos.

Y para terminar, el público, al que no le interesa la Madrugada gaditana. Saben que en otros lugares hay más horas para disfrutar de las cofradías en la calle. Por eso, como dice el dicho popular «se junta el hambre con las ganas de comer». A las corporaciones les interesa salir otro día o recogerse temprano el Jueves y los asistentes salen ganando, porque así se pueden marchar antes. Y todos sabemos adonde.