Mandatarios asistentes a la cumbre aplauden a Van Rompuy, Durao Barroso y Zapatero que se incorporan al grupo para la 'foto de familia' :: EFE
MUNDO

El pacto comercial con Centroamérica salva la deslucida cumbre de Madrid

La presidencia argentina pide a Europa evitar leyes restrictivas contra los inmigrantes en ausencia de destacados líderes comunitarios

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Unión Europea no respondió a la cita en Madrid con América Latina como al Gobierno español le hubiera gustado, pero al menos José Luis Rodríguez Zapatero puede presumir de que de esta cumbre sí han salido resultados concretos. El más palmario, el pacto de asociación con Centroamérica, pero también otros acuerdos comerciales con Perú y Colombia, la creación de la Fundación Eurolac, que promoverá inversiones por valor de 3.000 millones de euros, y la decisión de reanudar las conversaciones para un tratado de libre comercio con Mercosur.

Después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dejara compuesta y sin novio a la UE al negarse a participar en la cumbre con su país que debería haberse celebrado en Madrid este mes, España y la Comisión Europea estaban muy interesados en que de esta cita salieran frutos. Sobre todo porque la razón dada por el líder de la primera potencia mundial para justificar su plantón fue que el encuentro carecía de contenido.

La cumbre Unión Europea-América Latina quedó deslucida por las sonoras ausencias. La canciller alemana, Angela Merkel, tuvo la deferencia de desplazarse hasta Madrid en la noche del lunes a fin de asistir a la cena de gala ofrecida por los Príncipes de Asturias en el Palacio Real, pero excusó su ausencia en las reuniones de ayer, jornada central del evento, para poder ultimar la participación de su país en el fondo de estabilización del euro.

El flamante primer ministro británico, David Cameron, tampoco estuvo presente, envió a su ministro de Exteriores, William Hague, que sólo asistió al acto de inauguración y delegó la presencia en el plenario al secretario de Estado para Asuntos Europeos, y también falló el italiano Silvio Berlusconi. El único peso pesado de 'los 27' fue Nicolas Sarkozy, quien llegó tarde.

Aún así, el Gobierno -y especialmente la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que es quien había coordinado los trabajos- se dieron por satisfechos porque al menos esta vez la reunión de 60 líderes mundiales no se ha saldado sólo con la firma de una declaración, que también. Su principal logro es haber conseguido un acuerdo con Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá, que tendrá tres patas: política, de cooperación y comercial.

Años de trabajo

Tres años ha costado llegar a un entendimiento. Hasta abril, aún se discutía sobre las cuotas y aranceles que la UE impondría al azúcar, el ron, la carne y el banano. La rebaja de aranceles a este último producto afectaba de manera especial a Canarias. Finalmente se ha acordado que el arancel de 146 dólares se reducirá progresivamente a la mitad durante los próximos años, pero Europa se reserva la posibilidad de abrir periodos de paréntesis en función de la coyuntura. Centroamérica podrá imponer una cuota para evitar que el mercado comunitario supere las diez toneladas de carne deshuesada al año.

No ha sido una cumbre agitada. En ausencia del presidente venezolano, Hugo Chávez -única baja por la parte latinoamericana junto al cubano Raúl Castro y el nicaragüense, Daniel Ortega, y el hondureño, Porfirio Lobo, que sólo asistirá a la reunión de mañana para no soliviantar al resto de los dirigentes- la nota de color fue para la argentina Cristina Fernández de Kirchner, copresidenta del bloque americano.

Al margen de su visita de la jornada anterior al juez Baltasar Garzón y sus reproches a la justicia española, este martes aprovechó la ceremonia de apertura para pedir que «no se adopten leyes y conductas restrictivas contra la inmigración». En el cierre, Zapatero acusó recibo. «Hemos escuchado -dijo- y nos responsabilizamos de ello».