Canaletas festeja el campeonato por todo lo alto

No por esperada la alegría fue menor. Más aún, fue casi la locura. Cien mil barcelonistas brindaron con su equipo en el campo y más tarde en la fuente de Canaletas por la vigésima liga del Barça.

El segundo campeonato de Guardiola tiene un componente muy especial para la hinchada, porque los azulgrana se la han ganado al Madrid más caro de la historia y en el mano a mano más intenso de los últimos años. Los culés desataron su euforia porque además de añadir una nueva copa a su ya fértil sala de trofeos, entendieron que ha ganado su modelo de club y su forma de entender el futbol. De ahí los cánticos que se entonaron en el Camp Nou y en Canaletas: «Que bote, bote, bote, madridista el que no bote»; o «Madrid se quema, se quema Madrid»; o «Florentino, la liga se mira y no se toca». Messi y Pedrito fueron los otros protagonistas de los cánticos de la algarabía azulgrana. «Peeedroooo, Peeedrooo; Meeessiiii, Meeesssi».

La fiesta arrancó en el Camp Nou, con vuelta olímpica incluida, y luego se trasladó a Canaletas y la plaza de Cataluña, el epicentro de las celebraciones, que se abarrotó y empapó de cava hasta altas horas de la madrugada. Los festejos no llegaron al desmadre del año pasado, el de las seis copas. Y es que el club ha dado un cambio tan importante en los últimos tiempos, que ganar una Liga ya no provoca la locura de los largos años de sequía. El culé se ha acostumbrado muy bien y su paladar se ha vuelto excesivamente exigente.