Las fuerzas catalanas trasladan al Senado su frente común

Después de días de reuniones y declaraciones más o menos grandilocuentes, los partidos catalanes iniciaron ayer en las diferentes cámaras legislativas su ofensiva para renovar los cargos de los cuatro miembros del Tribunal Constitucional cuyo mandato ha expirado. Un relevo que, en el fondo, pretende acabar con la incapacidad de la corte para dictar una sentencia sobre los recursos presentados contra el 'Estatut'.

Primero lo intentarán en el Senado, cuya Mesa admitió ayer a trámite la petición de la Generalitat para que se convoque la Comisión General de las Comunidades Autónomas. El Gobierno catalán lo hace porque quiere que José Montilla debata en el Senado las propuestas de candidaturas a magistrados del Constitucional, a fin de renovarlos y desbloquear la sentencia del 'Estatut'.

La cámara catalana también contribuyó al frenesí en la defensa del 'Estatut', y la Mesa y la Junta de Portavoces anunciaron que han encargado a los servicios jurídicos de la cámara un informe sobre los mecanismos legales que pueden utilizarse para pedir al Tribunal Constitucional que se declare «incompetente» para emitir una sentencia sobre el 'Estatut'. Una petición que, no obstante, necesitará el apoyo del PSOE, según reconoció el portavoz del Gobierno catalán, Joaquim Nadal.

«La defensa de la constitucionalidad del Estatut requerirá de la colaboración del PSOE», señaló. «Ahora se necesita del apoyo de los socialistas del mismo modo que fueron imprescindibles para aprobar la Carta Catalana», dijo un Nadal, que se mostró satisfecho por la actitud del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que el lunes ante la ejecutiva federal socialista se mostró partidario de estudiar «con tranquilidad» la reforma de la ley del Constitucional.

Críticas de Laporta

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, que aún deshoja la margarita para ver si se decide a saltar a la política, también se refirió a la polémica en torno al Constitucional. Calificó el previsible recorte del texto de «atentado a la dignidad de los catalanes», por lo que llamó a la reacción de la sociedad para ir más allá. «La vía autonómica está definitivamente cerrada. Debemos ir directamente a la constitución catalana», exclamó.

«Lo que se ha manifestado como imposible no es la autodeterminación, sino el Estado de las Autonomías, de una imposibilidad probada. Estoy por probar esta otra imposibilidad que aún no está probada, que es la de ser independiente», insistió ante un público entregado el presidente del Barça.

Y haciendo gala de un victimismo más propio del estilo futbolero que del político, Joan Laporta concluyó: «Estoy sufriendo un ataque unánime por parte de los partidos. Debería dar el paso, aunque sólo sea para defenderme. Si me presento -concluyó optimista- es para gobernar este país».