El caos se apodera de Guinea Bissau al secuestrar militares al jefe de Gobierno

Guinea Bissau volvió a vivir ayer una situación política incierta tras el intento de un grupo de militares de destituir al primer ministro, Carlos Gomes Junior, y de que un coronel del Ejército se autoproclamara jefe del Estado Mayor Central. A última hora de la tarde, el presidente del país africano, Malam Bacal Sanhá, aseguraba que la situación estaba bajo control. «Hubo un problema entre los soldados que salpicó al gobierno civil», anunció tras reunirse con los mandos castrenses.

Gomes Junior fue secuestrado por la mañana junto al jefe de las Fuerzas Armadas, Zamora Induta, y otros oficiales superiores, y trasladados al cuartel general del Ejército. El subjefe militar, António Indjai, asumido el mando de la institución militar. El primer ministro fue presionado para que dimitiera y al negarse fue liberado. De regreso al palacio de Gobierno se reunió con altos responsables del país en presencia de algunos miembros del Ejecutivo. El presidente Sanhá permaneció en su sede y no se vio implicado en los incidentes.

En la calle cientos de personas se concentraron para expresar su solidaridad con el primer ministro y rechazar la acción militar. «No queremos más golpes de Estado», fue uno de los lemas entonados por los manifestantes mientras en la capital crecía la presencia soldados, todos ellos de la etnia balanta.

A los amotinados se ha unido el almirante Bubo Na Tchuto, ex jefe del Estado Mayor de la Armada, acusado de intentar dar un golpe contra el asesinado presidente Joao Bernardo Vieira en 2008 y que se exilió en Gambia, de donde volvió en diciembre último para refugiarse en la sede de la ONU en Bissau. Tchuto, que ha sido acusado de colaborar con narcotraficantes sudamericanos en el traslado de cocaína hacia Europa, abandonó ayer los locales de Naciones Unidas acompañado por un grupo de militares y se presentó públicamente junto a Indjai.

Tráfico de drogas

Una fuente de la ONU en Bissau, que pidió no ser identificada, aseguró que tras estos movimientos «está el problema del tráfico de drogas en Guinea Bissau, que se ha convertido en un narcoestado donde se enfrentan varias bandas que controlan a distintos grupos de militares».

Desde hace varios años, este país del sudoeste africano junto a otros próximos se han convertido en plataformas de paso hacia el Viejo Continente de la cocaína producida en Sudamérica, según ha señalado Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito .

Guinea Bissau celebró elecciones presidenciales en julio de 2009, cuatro meses después de que el presidente Vieira muriera tiroteado por un grupo de soldados, aparentemente en venganza por el asesinato -el día anterior en un atentado con coche bomba- del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Tagme Na Wai. Los comicios los ganó Sanha, quien mantuvo como primer ministro a Gomes Junior, que ya ocupaba el cargo con su antecesor.