Sociedad

DE LA TRAGEDIA AL MELODRAMA

CRÍTICO TEATRAL Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Basándose en un hecho real acaecido en Almería hacia 1928, Federico García Lorca escribe 'Bodas de sangre' con la intención de dotar a su obra de significación dentro de un mundo de vida, muerte y pasiones; preocupación por otro lado, constante en este autor que defendía un teatro no con actores, sino con hombres de carne y hueso. Con ésta, y otras de sus obras también emblemáticas, Lorca se plantea un teatro de verdad, que refleje contundentemente sentimientos y conflictos humanos. Cometido difícil desde luego, si tomamos en cuenta que el lenguaje poético y simbólico inherente a su estilo, dificultará la veracidad de las interpretaciones y la palabra. Esa palabra que debería levantarse del libro y hacerse humana para que los personajes que aparezcan en la escena lleven un traje de poesía y al mismo tiempo que se les vean los huesos, la sangre.

El teatro de Lorca representa complejidad para cualquier actor o director, porque en obras como la que nos ocupa, se puede caer en la lectura y resolución más superficial del melodrama. De este modo, el Centro Andaluz de Teatro apuesta una vez más por la envoltura y no por el fondo de la cuestión, engolosinándose, además, con una producción fastuosa y poco acertada que traiciona la relación Eros-Thanatos que sustenta el universo de la obra lorquiana.

Además de la errática propuesta plástica que oscurece más aún lo que debía parecer vivo, el montaje resbala con excesos y sobreactuaciones que lo hacen telenovelesco, y hasta ridículo en algunos momentos.

Y es que la relación entre lo que les sucede a los personajes, y lo que expresan debe estar en absoluta concordancia, y aquí, lo que vemos son desproporciones en gestos y manotazos aderezados con voces engoladas que alejan el resultado de toda credibilidad.

Todo en la puesta en escena es postizo y desentonado. Desafortunadamente lo ceniciento de la escenografía, el vestuario y la iluminación, terminan de sepultar a un texto que debía rebosar erotismo, vida, pasiones, emociones e impulsos, para entender en contraste, lo que es la muerte y el destino, y acercarnos así a lo humano, que evidentemente no puede ser falso.