Tom Cruise junto a su madre, Mary Lee Mapother, en la ceremonia de los Globos de Oro. :: CHRIS PIZZELLO / AP
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La madre que los trajo

Entre los 'niños de mamá' más famosos figuran Leonardo di Caprio, Tom Cruise y Matthew McConaughey

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Tom Cruise posa con ella en la alfombra roja, Leonardo di Caprio la pasea por Europa, Matthew McConaughey se la lleva a los estrenos... Son como 'la mamá de la artista', pero en versión Hollywood. Porque a Di Caprio tal vez puedan acusarle de crápula, pero no de mal hijo. «No me importa que me crean un niño mimado, tengo a mi madre en un pedestal», proclama el actor orgulloso. Y su caso no es el único. Las muestras de afecto, agradecimiento y hasta devoción por parte de las estrellas del celuloide hacia sus progenitoras marcan tendencia. Está claro que madre no hay más que una... Y que Edipo viste hoy en día de Armani. O de Alexander McQueen, el diseñador británico que se ha suicidado esta semana, incapaz de superar el dolor por la muerte de su madre.

Una maniobra de lavado de imagen. Así se interpretó la decisión de Tom Cruise de acudir de la mano de su madre, Mary Lee Mapother, a la ceremonia de los Globos de Oro del año pasado, en la que él estaba nominado como mejor actor secundario por su papel en 'Tropic Thunder'. La prensa entendió que Cruise, experto en campañas autopublicitarias, quería borrar ciertas sombras y proyectar una imagen intachable de buen hijo, aprovechando que no podía darla de buen marido pues su mujer, Katie Holmes, se encontraba en Broadway, trabajando en la obra 'All My Sons'. Si ése era el propósito, lo cierto es que lo logró. La prensa quedó rendida ante la siempre deslumbrante sonrisa de Tom y encandilada con la mamá, una señora de pelo corto, elegante y casi más alta que su hijo a la que calificaron de «simpatiquísima».

Falta de armonía familiar

No opina lo mismo, sin embargo, su nuera Katie. Una y otra vez llegan noticias procedentes de la mansión de los Cruise que no hablan precisamente de armonía familiar. La actriz, por lo visto, está más que harta de compartir techo con su suegra, cuñada y sobrinos, pues según relatan los cronistas se han enquistado en la opulenta vivienda de 'Tomkat' y ya no hay quien los saque de allí ni, como suele decirse, con agua caliente. Entre la excéntrica y siempre sorprendente hija del matrimonio, Suri, sus dos hermanos por parte de padre, sus papás, su abuela, su tía y sus tres primos aquello parece la casa de Gran Hermano, por lo que Katie ha decidido poner freno a la invasión y establecer unas reglas. Entre las normas, que nadie que no sea ella, Tom o sus hijos se quede a pasar la noche a menos que esté expresamente invitado. Es lo que tiene no haber cortado del todo el cordón umbilical...

Di Caprio desde luego no lo ha hecho. Ni está por la labor. «Mi madre es la única mujer a la que regalaría diamantes», llegó a decir una vez el actor, quizá cuando todavía no había vuelto a reconciliarse con la modelo Bar Refaeli. La mamá en cuestión es una rubia regordeta que se llama Irmelin Indenbirken, es de origen alemán y pasó una infancia traumática a causa del nazismo. Por esa y por otras razones, su hijo le profesa adoración. Y no sólo a ella, también veneraba y se paseaba a menudo de la mano de su su 'oma' (abuela, en alemán), Helene, fallecida hace un par de años. Ahora Di Caprio no tiene abuela, pero sí una mamá muy presente. Con ella acaba de viajar al Festival de Berlín. Eso sí, subvencionado por la productora de su película, 'Shutter Island'. Que una cosa es ser multimillonario y otra un despilfarrador. «Mi madre -ha aclarado el actor- sólo viene en ocasiones como ésta. Cuando tengo la oportunidad de llevar a alguien conmigo, le hago el favor. Le encanta formar parte de mi vida». Y cantarle las verdades a su hijo, ya que según explica el propio Leo: «Es una mujer tremenda. Ella le dice a todo el mundo lo que piensa a la cara, y mirando directamente a los ojos. No se corta».

Murió mientras practicaba sexo

La que tampoco se corta es la madre de Matthew McConaughey. Hasta ha escrito una biografía en la que explica que su marido murió mientras practicaba sexo (afortunadamente, con ella). Rubia y todavía de buen ver, Kay McConaughey se desenvuelve como pez en el agua en la alfombra roja, y no es raro verla posando agarrada a la cintura de su apuesto hijo, y más concretamente al flanco que le deja libre su nuera, Camila Alves. Kay en realidad no ha sido actriz ni escritora de profesión, sino maestra de guardería, pero ha llevado una vida desahogada gracias al éxito que tuvo el papá de Matthew en el negocio del petróleo, allá en Texas. En su libro, relata con desparpajo que ella y su esposo se levantaban todos los domingos y hacían el amor antes de salir de compras... Hasta que uno de esos domingos, en plena 'faena', de pronto el marido quedó en silencio. «Fue la mejor manera de irse», afirma resuelta (e incontestable) la madre del actor.

En realidad, no hay que viajar tan lejos para encontrar hijos famosos que muestran adoración por la mujer que les trajo al mundo. Antonio Banderas ha sido siempre un ejemplo de dedicación a su madre, la ya célebre doña Ana. Por no hablar del caso de los 'no sin mi madre' hermanos Bardem, unidísimos a su progenitora, Pilar, con la que además comparten talento y oficio. Es curioso, pero a Cruise, McConaughey y Bardem los unen al menos tres cosas: su profesión, cierto enmadramiento y Penélope Cruz. ¿Será que la actriz entiende que un hombre sensible y detallista con su mamá lo será también con ella? La propia Pe (y su hermana Mónica) mantienen un fuerte vínculo con su madre, Encarna Sánchez. Hasta el punto de que ella fue quien acompañó a Pe a recoger el Oscar. En cualquier caso, para 'Edipo' femenino el de Beyoncé, todavía tan pegada a las faldas de su atractiva y exuberante mamá, Tina Knowles, que casi todo (hasta el lanzamiento de un perfume) lo hace a medias con ella. Eso por no hablar de la 'fijación' de Charlize Theron por la suya... Ambas lucen el mismo tatuaje en forma de pez.