Economia

Colonial quedará en manos de sus bancos acreedores

La inmobiliaria, que logra refinanciar casi 5.000 millones, regresa a sus orígenes para centrarse en el negocio patrimonialista

MADRID. Actualizado: Guardar
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Colonial salva el tipo. La inmobiliaria ha logrado cerrar una complejísima negociación con su banca acreedora para refinanciar sus casi 5.000 millones de deuda financiera. El precio a pagar, quedar precisamente en manos de esos bancos, que podrían acaparar hasta el 90% del capital de la empresa.

«Hemos sentado las bases para comenzar 2010 con una estructura de capital reforzada y así poder desarrollar una nueva etapa de reafirmación de la estrategia tradicional de Colonial», señaló el presidente de la firma, Juan José Bruguera. Y es que uno de las consecuencias de la 'pelea' con los bancos es el regreso de la compañía a sus orígenes. Esto es, al negocio patrimonialista de alquiler de edificios en las mejores zonas de ciudades como Madrid, Barcelona o París.

Bruguera y el consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, explicaron los entresijos de la refinanciación, que no gustó a los mercados, pues las acciones de la inmobiliaria -que fueron apartadas momentáneamente de la Bolsa mientras se desvelaba la operación- cerraron el día con una caída del 8,3%.

La parte patrimonialista quedará con una deuda de 2.095 millones a cinco años, que quedará garantizada por los propios edificios y la garantía pignoraticia de las acciones de Colonial en Société Foncière Lyonnaise (SFL). Esos 2.095 millones de deuda serán atendidos con los recursos que generen los alquileres así como con los dividendos que Colonial obtenga de SFL.

Ampliaciones de capital

El salvamento se estructura en tres fases. Primero, los bancos tenedores de bonos de Colonial solicitarán la conversión en acciones de los mismos. Después, y para capitalizar deuda, la inmobiliaria realizará una ampliación de capital dineraria por valor de hasta 1.950 en la que tendrán derecho preferente los accionistas.

De esa captación, los 50 primeros millones logrados se dedicarán a tesorería. El resto, si es que los bancos se animan a más, servirá para reducir el préstamo sindicado que tiene la empresa.

Después habrá una segunda ampliación por valor de 1.950 millones menos lo que se obtenga en la primera. En esta ocasión no se pagará con dinero sino con créditos que tengan contra la empresa las entidades del préstamo participativo, los prestamistas bilaterales, y algunos accionistas significativos que sean también acreedores. Las dos ampliaciones se harán a un precio de 0,12 euros por título, cerca de los 0,155 euros en los que está la actual cotización.

La segunda fase consistirá en la creación de una filial al 100% propiedad de Colonial que se quedará todo el actual negocio de promoción y suelo, con una deuda asociada de 1.015 millones de euros. De nuevo, esta deuda será garantizada con los activos de la filial y la pignoración de las acciones de Colonial en Riofisa. Esta firma meramente inmobiliaria será en realidad el cajón de sastre en el que acoger lo menos valioso de Colonial.

El reembolso de los créditos de esta filial y de sus intereses quedará garantizado en un límite de 298 millones por la emisión de 'warrants' convertibles en acciones de la matriz patrimonialista. «Misión cumplida», sentenció Bruguera, que reconoció, sin embargo, que la situación de Colonial hasta la fecha no era en modo alguno «sostenible».