LA PARCELITA

EL VEREDICTO

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Después de muchos años el jurado ha podido leer su veredicto con un teatro repleto de público. Aquella modita implantada por alguien que, a todas luces, quería impedir que nuestro concurso de agrupaciones pisara el escenario del Gran Teatro ha sido por fin abolida, ya era hora. Siempre y miren bien lo que les digo, siempre, todos los veredictos del jurado se han hecho público a la vista de los espectadores y, salvo raras excepciones, no ha supuesto ningún descalabro. Ha imperado por fin la lógica. Después de un largo concurso, que se ha hecho corto, con un teatro, siempre repleto, no ha sido necesario un desalojo masivo para oír el desenlace de esta magnífica competición. Hemos podido disfrutar de una gran final de las más animadas de los últimos años. El público ha vibrado. El ambigú ha estado menos frecuentado que en otras anteriores porque cada vez que se levantaba el telón, las finalistas, encontraban un aforo prácticamente lleno y ávido de oírlas.

El veredicto ha congraciado a todos aunque también es cierto que cada gaditano teníamos una final y un orden de méritos. Pero el concurso es así y así hay que aceptarlo. No ha habido grandes sorpresas, los que han llegado sin duda lo merecían, los demás, los que no han entrado, a esforzarse para el próximo año, ganaran ellos y ganaremos todos. Por cierto el teatro esta desgastándose a pasos agigantados, necesita una reparación urgente. Ahora que no vayan a decir que su deterioro es por culpa del Carnaval. Su uso necesita también un mantenimiento. Las butacas están desfondadas, las tapicerías hay que cambiarlas, las alfombras del patio de butacas lucen manchones y ya se ven desconchones en las paredes que es preciso reparar. Ya queda menos para el próximo.