EE UU asegura que el avión malasio fue derribado por separatistas prorrusos con apoyo técnico ruso

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La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Samantha Power, ha denunciado ante el Consejo de Seguridad que el avión de Malaysian Airlines siniestrado fue derribado probablemente por un misil tierra-aire operado desde una posición "dominada por separatistas prorrusos", en línea con sus últimas acciones, y en un lanzamiento que podría haber contado con apoyo técnico de asesores rusos.

La embajadora ha indicado que el misil que derribó el avión se trata de un SA-11, tierra-aire, de fabricación rusa, conocido en Estados Unidos como 'Gadfly' y por los propios rusos como 'Buk'. Se trata de un proyectil muy complejo y, dados conocimientos técnicos necesarios para operar con él, "es improbable que los separatistas pudieran manejar este sistema sin la ayuda de personal con conocimientos". "Por lo tanto", ha concluido Power, "no podemos descartar que hayan recibido asistencia técnica del personal ruso a la hora de operar estos sistemas".

La embajadora eximió de responsabilidad al Gobierno de Kiev. "Los ucranianos cuentan con sistemas SA-11 en su arsenal, pero no estamos al tanto de la existencia de sistemas de misiles SAM ucranianos en la zona del derribo del avión y, sobre todo, las fuerzas ucranianas no han disparado un solo misil desde el inicio de la crisis".

En general, Power reiteró que el ataque contra el avión "sigue un patrón de acciones característico de los separatistas respaldados por Rusia", y describió el siniestro como una "tragedia que no hace sino subrayar la urgencia y la determinación con la que debemos insistir que Rusia tome pasos concretos para reducir la tensión en Ucrania". "Esta guerra puede terminar. Rusia puede acabar con esta guerra y Rusia debe acabar con esta guerra", ha concluido Power.

Acusaciones

Los rebeldes prorrusos y Kiev se acusan recíprocamente de haber derribado el avión que ayer se estrelló en la región de Donetsk con 298 pasajeros sin que haya habido supervivientes. La aeronave se desintegró en el aire y sus fragmentos y los cuerpos de los ocupantes quedaron diseminados por un área de 12 kilómetros.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha pedido a todas las partes del conflicto en Ucrania que cesen las hostilidades y se sienten a negociar directamente. "Partimos de que en la tierra de Ucrania, lo antes posible, debe restablecerse la paz, y deben comenzar cuanto antes contactos directos entre todas las partes enfrentadas", ha dicho. Horas antes, Putin dijo que la catástrofe requiere una investigación "escrupulosa y objetiva". Señaló que el suceso demuestra la necesidad de que se llegue cuanto antes a un arreglo pacífico del conflicto en el este de Ucrania.

El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, ha responsabilizado a Moscú y ha señalado que "los rusos han ido demasiado lejos. Es un crimen internacional por el que sus responsables deben ser juzgados ante el Tribunal de La Haya". Además el asesor del Ministerio de Interior ucraniano, Antón Gueráschenko, ha denunciado que el sistema de defensa antiaérea 'Buk' con el fue derribado ayer, según Kiev, el avión ha sido trasladado a Rusia por los separatistas prorrusos. "Anoche, el sistema 'Buk' con que el fue lanzado el misil fue trasladado a Rusia, donde será con toda seguridad destruido, al igual que los ejecutores del atentado, que pusieron en evidencia a (el presidente ruso, Vladímir) Putin al reportar que habían derribado un An-26 ucraniano", ha escrito Gueraschenko en su Facebook.

Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso ha dicho que ayer detectó el empleo de radares de los sistemas de defensa antiaérea 'Buk' del Ejército ucraniano cerca de la zona donde se estrelló el avión malasio, cuyas cajas negras ya han sido recuperadas. Las autoridades militares ucranianas han respondido rápidamente argumentando que su Ejército no ha desplegado sistemas de misiles antiaéreos en el este del país. "Todos los misiles están en nuestros depósitos, no hemos usado ninguno", ha subrayado el portavoz del Consejo de Seguridad de Ucrania , Andri Lisenko. En la misma línea, un portavoz del Ministerio de Defensa, Bohdan Senik, ha negado el despliegue de baterias antiaéreas "durante la operación antiterrorista" contra los separatistas prorrusos. "Están todos en su sitio", ha zanjado.

Ya son muchos los países han pedido ya una investigación internacional sobre lo ocurrido ayer con el vuelo MH17, que cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur. El más contundente hasta el momento ha sido el primer ministro de Australia, Tony Abbott, quien está madrugada apuntaba a "rebeldes respaldados por Rusia" como responsables del derribo y la Casa Blanca exige una investigación "creíble". Según los servicios de inteligencia estadounidenses, que enviará un equipo a la zona de los hechos para esclarecer las causas del suceso, el avión fue derribado por un misil tierra aire, aunque no ha podido especificar quién lo disparó.

Alto el fuego

Los rebeldes prorrusos de la autoproclamada "república popular de Donetsk" se han mostrado dispuestos a aceptar una tregua con las fuerzas de Kiev. Así lo ha señalado hoy, según medios rusos, el viceprimer ministro de la formación separatista, Andrei Purguín, quien ha dicho que hoy tendrán lugar nuevas consultas del llamado Grupo de Contacto, integrado además por representantes de Rusia, Ucrania y la OSCE, para que se declare un alto el fuego. Purguín ha negado que los separatistas se hayan apoderado de sistemas de defensa antiaérea 'Buk', capaces de derribar aviones, extremo que fha sido confirmado por el Fiscal General de Ucrania, Vitali Yarema.

Los sistemas de defensa antiaérea 'Buk' (Gadfly, según la clasificación de la OTAN) son fabricados por la empresa rusa Almaz-Antéi, incluida esta semana en la nueva lista de sanciones por Washington contra compañías del sector estatal ruso a raíz del conflicto armado en el este de Ucrania. Tienen una capacidad de alcance de objetivos aerodinámicos a una altura de 25 kilómetros y pueden disparar contra 24 blancos simultáneamente.

El presidente de EE UU, Barack Obama , ha pedido un alto el fuego inmediato para permitir una investigación. "Es necesario que todas las partes se adhieran a un alto el fuego inmediato", ha dicho el mandatario en una declaración hecha en la sala de prensa de la Casa Blanca.

Malaysia Airlines ha informado de que todavía debe verificar la nacionalidad de unos 20 pasajeros del avión y ha anunciado que publicará las identidades una vez se haya puesto en contacto con los familiares de todos ellos. De momento, se sabe que el avión transportaba a 173 holandeses, 44 malasios -incluidos 15 tripulantes y 2 bebés-, 27 australianos, 12 indonesios -incluido 1 bebé-, 9 británicos, 4 alemanes, 4 belgas, 3 filipinos, 1 canadiense y 1 neozelandés. Además, según ha anunciado Barack Obama hay al menos un ciudadano estadounidense. "Quinn Lucas Shantzman, fue asesinado. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia por esta terrible pérdida", ha manifestado.

Conferencia internacional

Decenas de delegados, investigadores y activistas que iban a participar en una conferencia internacional sobre el Sida en Australia viajaban a bordo del avión y, según medios australianos, se estima que la cifra ronde el centenar.

La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha convocado para hoy una reunión especial en Viena y un grupo de especialistas de esa organización se dirige al lugar del siniestro. Los rebeldes prorrusos han garantizado la seguridad de los observadores de la OSCE y de los investigadores internacionales que van a examinar las causas del siniestro.

También el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá hoy en una sesión de urgencia.

Cierre del espacio aéreo

El Gobierno de Ucrania ha ordenado este viernes el cierre de espacio aéreo sobre las regiones de Donetsk y Lugansk, en el este del país, un día después de comunicar a la agencia Eurocontrol el límite del vuelo de aviones de pasajeros por estas zonas.

El Ministerio de Infraestructuras ucraniano ha prohibido los vuelos sobre la totalidad de Donetsk y Lugansk y parcialmente sobre la vecina región de Jarkiv. Kiev mantiene abierta en la parte este del país una operación de seguridad contra los separatistas prorrusos.

Numerosas aerolíneas ya habían anunciado que modificarán sus rutas para evitar sobrevolar la zona oriental ucraniana como medida de precaución.

La aerolínea ha confirmado que a bordo de la aeronave, un Boeing 777 que hacía la ruta Ámsterdam-Kuala Lumpur, viajaban 154 ciudadanos holandeses, 27 australianos, 23 malasios -incluidos los 15 tripulantes-, once indonesios, seis británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos y un canadiense.