Premios Francisco Giner de los Ríos

Ocho proyectos para mejorar la calidad educativa

Los proyectos galardonados en esta edición tienen en común que los profesores han presentado una propuesta didáctica más allá de la actividad habitual de las aulas

MADRID Actualizado: Guardar
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El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Fundación BBVA han entregado la vigésimo novena edición de los Premios Francisco Giner de los Ríos a la Mejora de la Calidad Educativa. Creados en 1983, estos galardones reconocen la labor del profesorado que innova en el ámbito de la metodología docente. Los premios constan de ocho categorías que cubren las distintas etapas educativas y que en total están dotadas con 129.000 euros.

El acto estuvo presidido por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y el presidente de la Fundación BBVA, Francisco González.

Los proyectos galardonados en esta edición tienen en común que los profesores han presentado una propuesta didáctica más allá de la actividad habitual de las aulas en la que han buscado y logrado un papel activo y participativo de los alumnos. De hecho, en todos ellos los alumnos han acogido positivamente la propuesta de sus profesores, convirtiéndose en actores principales, desarrollando la iniciativa hasta llegar a asumirla como propia. La implicación conseguida ha transformado a los alumnos en autores, actores, empresarios, periodistas radiofónicos, magos matemáticos, gestores musicales, diseñadores gráficos o en todo un equipo de cine.

Estos premios tienen como objetivo reconocer y difundir experiencias educativas innovadoras y están dotados con un total de 129.000 euros para sus ocho categorías: 24.000 del premio especial y 15.000 euros en cada una de las restantes. A lo largo de sus casi treinta años de historia los premios han ganado peso al incorporar más categorías para dar cabida a todos los ciclos y aspectos formativos, incrementado sustancialmente su dotación económica, y contando con un jurado formado por destacadas personalidades del mundo académico en diversas áreas del conocimiento.

En su intervención, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha manifestado: “Muchas veces el reconocimiento del papel del maestro y del profesor no pasa de ser un tributo formulario que no va acompañado de consecuencias tangibles. Una de sus características principales de la LOMCE es justamente el juego de autonomía y rendición de cuentas que da más espacio al profesor y al equipo de dirección para innovar, para motivar, para ser creativo, para buscar esas cimas de excelencia en todos y cada uno de sus estudiantes”.

En palabras de Francisco González, presidente de la Fundación BBVA: “En la Educación, los principios y valores, el mérito basado en el esfuerzo y en los resultados objetivados, su reconocimiento social, la satisfacción por tener entre nosotros a los mejores, a los que se atreven a ir más allá, son elementos esenciales para que arraigue entre nosotros un ecosistema sensible a la innovación y la creatividad”.

Ambos han resaltado también la importancia de las nuevas tecnologías y la innovación en el ámbito educativo y su impacto en el conjunto de la sociedad. El ministro ha anunciado “el desarrollo de una estrategia nacional de transformación digital que se va a apoyar fuertemente en proporcionar recursos a los docentes para compartir buenas prácticas, innovación y creatividad pedagógica”. El presidente de la Fundación BBVA, por su parte, ha destacado la oportunidad de “aprender de los errores de la crisis para construir un nuevo patrón de crecimiento, basado en una base científica y tecnológica más amplia y dinámica, muchas más empresas que hagan de la tecnología y la innovación sus ventajas estratégicas esenciales, un mercado de trabajo más amplio y flexible y, también, una educación inclusiva y de mayor calidad, abarcando todos los niveles”.

En contraste con lo que representan los premiados, Francisco González ha añadido: “En los últimos años hemos visto con demasiada frecuencia conductas en las que los resultados rápidos, de éxito aparente, estaban asentados no en la competencia, el esfuerzo y la innovación, sino en atajos, en ventajas tramposas y en prácticas de corrupción. Entre todos, comenzando por el sistema educativo, debemos adoptar estándares de tolerancia cero con esas conductas, al tiempo que desarrollamos y difundimos los valores de excelencia, mérito e innovación constante, que pueden inmunizar frente a las mismas”.