CICLISMO

David Millar: «Sería bueno que Induráin hablase»

El corredor británico vaticina "una tormenta de mierda para Armstrong"

Madrid Actualizado: Guardar
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David Millar ejerce de mesías contra el dopaje. Desde que la policía le detuviera en Biarritz y encontrara en su apartamento pruebas de sus trampas el ciclista británico explica su calvario y su mensaje a aquellos que quieran oírle. «Yo fui a los médicos a doparme. Es tu decisión», reconoció en el primer debate sobre salud y dopaje en el deporte organizado por la Agencia Estatal Antidopaje.

Millar recordó en la Facultad de Ciencias de la Educación Física y del Deporte de Madrid algunos de los episodios que cuenta en su libro ‘Pedaleando en la oscuridad’ y repasó algunas cuestiones de actualidad. Ante la recientes confesiones de Lance Armstrong, con quien tuvo una estrecha relación, Millar aseguró ver un lado positivo de sus calculadas declaraciones: «Aunque sea parte de la verdad necesitamos escucharla para cerrar la puerta». Sin embargo, vaticinó malos días para el estadounidense: «Se le avecina una tormenta de mierda». El británico repasó una época en el que el ciclismo era «el deporte más oscuro», cuando todavía no se había creado la Agencia Mundial Antidopaje (en 1999). ¿Todos estaban podridos? «Sí», contestó Millar sin querer mencionar a nadie y evitó hasta tres veces ahondar en la posibilidad de que Miguel Induráin hubiera ganado algún Tour dopado como dejó entrever en una entrevista en el programa ‘Informe Robinson’

de Canal Plus. «Sería bueno que hablase. Todos le respetan», es lo más que llegó a decir.

«Toni Rominger fue el único que me dijo la verdad entonces: para ganar el Tour de Francia había que doparse», repitió quien debutara en 1997 en el equipo Cofidis. «Era ingenuo e idealista. Creía que el deporte era mejor que el mundo real y descubrí que no», recuerda de aquella época en la que era habitual hacer trampas. «Hay mucho dinero en el deporte y eso quiebra las reglas. Es un negocio y a menudo los ciclistas son obligados a doparse para satisfacer sus obligaciones», argumenta. Pero quien fuera sancionado con dos años reconoce su responsabilidad: «Yo fui a los médicos a doparme. Busqué ese tipo de doctores. Empiezas con vitaminas, sigues con parches de EPO, luego con transfusiones y ya estás metido, pero es tu decisión. Apurar los límites máximos permitidos eran parte del trabajo. Cuando no lo hacías los compañeros te miraban como si te dijeran: ‘Eres tonto’».

«Gracias a la intervención policial»

No obstante, reconoce que necesitó un estímulo radical para avanzar: «Las confesiones han llegado gracias a la intervención policial. Tenían que intervenir para pillarnos. Eso ha paso en muchos deportes ahora». «Murieron tres ciclistas, pero otros tienen en su cabeza que no hacían trampas», apuntó. Sobre el ciclismo actual David Millar afirma sentirse todavía «un soñador». «Tenemos el antidopaje más profesional. Hace cinco años no habría dejado a mi hijo dedicarse al ciclismo y ahora somos lo más limpios. Este es el primer año con ganadores limpios en todas las grandes vueltas. Es responsabilidad de mi generación luchar contra el dopaje», señaló sobre una temporada en la que Alberto Contador triunfó después de una sanción por un positivo.

Todavía en activo, David Millar abandera al equipo Garmin, autoproclamado absolutamente limpio «hasta un punto casi religioso». «Nuestro jefe (Jonathan Vaughters) se dopó, le fue mal, le afectó a la cabeza y dejó el ciclismo. Ahora ha regresado. Nosotros la liamos, pero nos arrepentimos mucho. Ahora no fingimos que nada ocurrió», sentenció el compañero de David Zabriskie y de compañeros de Lance Armstrong en el US Postal que han desarrollado sus mejores resultados en el nuevo equipo con la bandera de la limpieza. «Yo podría haber ganado sin doparme», defiende Millar.