Yves Mersch, nuevo miembro del comité ejecutivo del BCE. / Patrick Hertzog (Afp)
cumbre en bruselas

Mersch sortea el bloqueo español y entra en el BCE

El Gobierno quería mantener la presencia española en el comité ejecutivo

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El luxemburgués Yves Mersch ocupará un asiento en el comité ejecutivo del Banco Central Europeo tras superar el último escollo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, votó en contra pero en la votación no es necesaria la unanimidad. Designado el pasado julio para tomar el relevo del español José Manuel González Páramo, sufrió el reciente rechazo del Europarlamento, que protestaba así por la ausencia de mujeres en la cabecera de la institución. Y el ministro Luis de Guindos causó días atrás otro parón en su nombramiento, que los líderes finalmente han refrendado. España es el único de los cuatro grandes socios europeos que se queda al margen del directorio del BCE. Su candidato inicial, Antonio Sáinz de Vicuña, tenía las del perder, porque influyentes países del centro y del norte no estaban dispuestos a que otro representante del sur completara la cúpula del organismo supervisor bancario, de la que ya forman parte un presidente italiano, Mario Draghi, y un vicepresidente portugués, Vitor Constancio.

La designación de Mersch fue el primer punto en la agenda de los Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) en la cumbre extraordinaria sobre el presupuesto plurianual para 2014-2020 y fue aprobada por mayoría cualificada. Mersch asumirá su cargo el 15 de diciembre con cinco meses de retraso.

El Gobierno español decidió el pasado 5 de noviembre bloquear el nombramiento del gobernador del Banco Central luxemburgués, Yves Mersch, como nuevo miembro del BCE porque quería "debatir el nombramiento de un puesto tan importante a nivel del Consejo Europeo y no adoptarlo por el trámite del procedimiento por escrito". Fuentes diplomáticas españolas dijeron entonces que España tenía "otras muchas razones", de las que "una de ellas" era que, con la futura unión bancaria y la creación de la figura del supervisor único, "las funciones del BCE se ampliarán" y con ello cambiará el perfil de los miembros de ese comité.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, afirmó recientemente en Bruselas que España "no renunciaría nunca" a obtener un puesto en el comité ejecutivo del BCE, pero tras la aprobación hoy del nombramiento de Mersch, ha perdido definitivamente la silla que tuvo en la entidad monetaria.

En manos españolas desde 1998

En julio pasado los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona y del conjunto de la UE recomendaron de forma oficial el nombramiento de Mersch para ocupar en los próximos ocho años el puesto que hasta entonces mantuvo el español José Manuel González-Páramo. España aspiraba a ocupar un puesto en el comité del BCE por tercera ocasión tras catorce años de presencia en ese comité, desde que en 1998 accediera al cargo Domingo Solans, que fue sustituido por González-Páramo en el periodo de 2004-2012. Para ese puesto era candidato el director del servicio jurídico de la entidad, Antonio Sáinz de Vicuña.

El pleno de la Eurocámara ya rechazó el pasado 25 de octubre el nombramiento de Mersch en protesta por la ausencia de mujeres en las altas instancias de la autoridad monetaria, una postura que no era vinculante para su designación definitiva.

La presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Sharon Bowles, ha lamentado la decisión de los líderes, que ignoraron a los eurodiputados, al afirmar que Mersh estará en el BCE "sin un mandato democráticamente establecido". "Hoy, los líderes han enviado una clara señal de cuál es su idea de un proceso democrático: una herramienta que se mantiene sobre la forma pero que se desecha cuando las verdades son inconvenientes", ha señalado en un comunicado. Para Bowles "la decisión socava y desacredita el trabajo en marcha para que la gobernanza económica de la UE tenga que rendir más cuentas democráticamente". "La opinión pública no aceptará transferencia de poder hacia la UE en temas económicos si no se le garantiza que los que tengan esos poderes no respondan ante los ciudadanos", ha afirmado la parlamentaria.

La eurodiputada británica ha exigido además a los países que hagan de la diversidad de género una prioridad cuando desarrollen la hoja de ruta de la nueva arquitectura de la eurozona y que elaboren un plan para incluir a las mujeres en los bancos centrales.