Recreación del Spirit sobre la superficie de Marte. / Nasa
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El abuelo rebelde del Curiosity

El Spirit, perdido en 2011 en Marte, acostumbraba a rechazar órdenes, enviar datos no solicitados o registrar averías que luego conseguían repararse sin más

MADRID Actualizado: Guardar
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Este lunes llegará a la superficie de Marte el robot más moderno que haya construido nunca la humanidad. El Curiosity tiene como principal objetivo descubrir si algún día pudo existir vida en el Planeta Rojo. Para ello está dotado de las últimas tecnologías. Es en realidad, un auténtico laboratorio andante capaz de recoger datos, analizarlos y enviarlos a la Tierra para su estudio. Su misión está programada para durar dos años, aunque vista la longevidad de sus predecesores esta podría alargarse considerablemente.

Antes que el Curiosity otros rover han pisado la superficie marciana. Sus dos predecesores más conocidos son el Spirit y Opportunity. Su vida útil estaba calculada en 90 días, sin embargo el segundo de ellos sigue activo ocho años después.

Estos dos robots eran gemelos, sin embargo, como ocurre en algunas familias, los padres –en este caso la NASA- siempre ‘miraron con mejores ojos’ al Opportunity. Uno y otro eran dirigidos por equipos diferentes de científicos entre los que surgieron acusaciones de favoritismo. Y es que al Spirit nunca le pusieron las cosas fáciles, de ahí quizá que desarrollara un ‘espíritu rebelde’.

Se decidió que fuese el primero en aterrizar en Marte y sobre un cráter, por el plácido contacto con la superficie marciana que tuvo el Opportunity tres semanas después sobre una llanura. Mientras que este circulaba por una superficie lisa, al Spirit se le ordenó ascender un desnivel de 82 metros –altura equivalente a la estatua de la Libertad-, un esfuerzo de 14 meses que le permitió realizar desde la cima de la bautizada como colina Husband la que es una de las panorámicas más espectaculares del planeta.

Aunque gemelos, el funcionamiento de uno y otro fueron diferentes. El Opportunity siempre ha respondido de forma diligente a lo solicitado desde la Tierra, mientras que el Spirit acostumbraba de vez en cuando a no cumplir las órdenes, enviar datos no solicitados y sufrir averías que después se reparaban sin más. Estos comportamientos obligaron a más de un reseteo de sus funciones para llamarlo al orden. Quizá fue por esta ‘rebeldía’ que el Spirit regresó varias veces después de muerto. Con una rueda destrozada y capacidad de movimiento restringida, la NASA valoró en distintas ocasiones suspender la misión al dar al robot por perdido, pero este siempre acababa por contactar de nuevo. Finalmente ya no pudo hacerlo en mayo de 2011, cuando finalmente se le dio por muerto. El Opportunity, en cambio, sigue recorriendo la superficie marciana, y ahora le llegan refuerzos.