Andrea Goldsmith, catedrática de Ingeniería Electrónica de la Universidad de Stanford (EE.UU.) y presidenta del jurado; Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA; Ramón López de Mántaras, director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y secretario del jurado, y Ron Ho, arquitecto de Hardware* *de los Laboratorios Oracle (EE.UU.)., durante el acto de comunicación en el que se ha dado a conocer el fallo del jurado.
PREMIOS

Carver Mead, el hombre que minimizó la tecnología

La Fundación BBVA premia al ingeniero electrónico estadounidense en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ordenadores portátiles, teléfonos móviles o tabletas, son dispositivos ligeros y potentes que se han hecho omnipresentes en la vida cotidiana. Carver Mead es uno de los hombres responsables de esta transformación.

Sus aportaciones en la "construcción de microchips con millones de transisores han hecho posible la creación de una gran variedad de dispositivos informáticos" cada vez más pequeños y manejables. Hoy, la Fundación BBVA reconoció su labor con el premio Fronteras del Conocimiento, en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

A la entrega del premio no pudo asistir personalmente Mead, pero sí estuvo a través de la línea telefónica (madrugada en Estados Unidos) para agradecer el reconocimiento concedido a su trabajo. Junto al director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo, estuvieron en el acto la presidenta del jurado Andrea Goldsmith, Catedrática de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Stanford; Ron Ho, arquitecto de Hardware VLSI del laboratorio Oracle; y Ramón López de Mántaras, director del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC.

Las investigaciones de Carver Mead han hecho posible que los aparatos tecnológicos estén presentes en cada una de las facetas de la vida diaria.

Fue un reto para este catedrático en Ingeniería y Ciencias Aplicadas en el Instituto Tecnológico de California (Caltech) demostrar que los chips pudieran llegar a ser sistemas muy pequeños. En los inicios de los 70 "nadie creyó" que eso fuese posible y mucho menos que la industria creciera de forma exponencial, confiesa el científico. Pero "paso a paso" logró demostrar que era posible y cómo se podía conseguir.

Los trabajos que desarrolló Mead a lo largo de su vida le permitieron acuñar el término 'ley de Moor' para determinar que la potencia de un procesador se duplica cada año y medio, así como "predecir sus límites de miniaturización". Demostrando que estos límites estaban todavía muy lejos de alcanzarse, el ingeniero estadounidense abordó una labor más teórica. Mead se dedicó a simplificar los principios de la física para transformarlos en reglas básicas "para que mucha más gente, sin conocimientos especializados, pudiera diseñar chips mucho más complejos". Es decir, las empresas pasaron de emplear a físicos teóricos para contratar a ingenieros electrónicos que siguieran sus pautas.

Alcance impredecible

Carver Mead (California, 1934) fue uno de los actores principales en la cuna del desarrollo tecnológico, Sillicon Valley. Una etapa que el estadounidense recuerda como "muy emocionante" y, donde ya "sabían que los chips tendrían un amplio rango de aplicaciones, pero ha habido desarrollos que nadie hubiera podido predecir".

Científico que cuenta en su haber con más de ochenta inventos patentados, entre ellos: sensores para cámaras digitales, sistemas que han permitido el desarrollo de dispositivos táctiles (como el 'touch pad' que sustituye el ratón) o los transistores HEMT, que son los amplificadores estándar más utilizados en móviles, radares y comunicaciones por satélite.

Este galardón concedido a Carver Mead en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) es una de las ocho categorías de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, dotada cada una de ellas con 400.00.