La familia real noruega. / Efe
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«Un Nobel para todas las mujeres»

Johnson Sirleaf, Leymah Roberta Gbowee y la yemení Tawakkol Karman recogen en Oslo el premio Nobel de la Paz

OSLO Actualizado: Guardar
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La presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, ha homenajeado al recibir el Nobel de la Paz 2011 a todas las mujeres del mundo, "en especial a las que han visto qué desastres produce la violencia despiadada". Johnson Sirleaf ha recordado también a todas las mujeres que han ganado el premio con anterioridad y a aquellas "que con su lucha privada y silenciosa ayudaron a formar nuestro mundo". "No tengáis miedo de condenar la injusticia, aunque estéis en minoría. No tengáis miedo de buscar la paz, aunque habléis con una voz débil. No tengáis miedo de exigir la paz", ha dicho la presidenta de Liberia en la ceremonia de entrega del Nobel de la Paz 2011, que se celebraba en el ayuntamiento de Oslo.

Johnson Sirleaf comparte el premio con su compatriota Leymah Roberta Gbowee y la yemení Tawakkol Karman, distinguidas todas "por su lucha no violenta por la seguridad de las mujeres y sus derechos a una participación plena en el trabajo de construcción de la paz", según el fallo del Comité Nobel noruego. El Nobel de la Paz debe servir como plataforma a todas sus "hermanas", sin importar nacionalidad, religión o raza, ha manifestado Johnson Sirleaf, que ha mostrado su "esperanza" y "optimismo" por el futuro, si bien ha recordado que hay "enormes retos" y que "en muchas partes del mundo hay crímenes contra las mujeres de los que no se habla".

Ha calificado de "exitosas" las recientes elecciones en la que ha revalidado su presidencia y aunque lamentó los incidentes violentos ocurridos, resaltó que se había "consolidado" la transformación de Liberia en una democracia. En su discurso, el primero de las ganadoras, ha enviado también la "simpatía" y el "respeto" del pueblo de Liberia a Noruega por la "tragedia" vivida hace cinco meses, cuando el ultraderechista Anders Behring Breivik mató a 77 personas en un doble atentado.

Johnson Sirleaf, de 72 años, accedió al poder tras ganar las elecciones de noviembre de 2005, convirtiéndose en la primera presidenta africana elegida de forma democrática y desde ese puesto "ha contribuido a asegurar la paz en Liberia, promover el desarrollo económico y social y reforzar la posición de las mujeres". La designación de Johnson Sirleaf viene rodeada de polémica, ya que fue hecha pública días antes de que se celebraran los comicios en Liberia, en los que la oposición, que promovió un boicot, la acusó de fraude tras lograr su segundo mandato.

Por la igualdad

En el discurso que abrió la ceremonia, el secretario del Comité Nobel noruego, Thorbjørn Jagland, ha resaltado que no se puede lograr ni paz ni democracia duraderas "a menos que las mujeres logren las mismas oportunidades que los hombres para influir en el desarrollo de la sociedad a todos los niveles".

Jagland ha citado la resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU en 2000, que por primera vez convirtió en cuestión de seguridad internacional la violencia contra las mujeres en conflictos bélicos y resaltó la necesidad de que participen igual que los hombres en los procesos de paz. Pero ha hecho hincapié en que hay un "largo camino" hasta que los objetivos de esta y otras resoluciones posteriores sean alcanzados. Como ejemplo ha recordado que ninguna mujer ha sido designada todavía para liderar unas negociaciones de paz conducidas por la ONU.