David Yoo fue el primero en conseguir el iPhone 3Gs en Nueva York. / Archivo
LA CACHARRERÍA 2.0

Fe ciega en Apple

Un estudio en Estados Unidos afirma que uno de cada tres encuestados están convencidos de comprar el iPhone 5 sin conocer las novedades

MADRID Actualizado: Guardar
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Devotos confesos. A más no poder. Lo de Apple es una moda que ha sido elevada hasta casi catalogarse como una nueva religión. El gigante de Cupertino, diestro en las técnicas de la mercadotecnia, ha tejido con su imagen de marca una tela de araña que ha provocado eternas hileras de compradores a las puertas de sus tiendas oficiales cada vez que ponían en el mercado uno de sus nuevos dispositivos. Sólo hace falta recordar la imagen de David Yoo, el primero en hacerse con el iPhone 3G en Nueva York, sujetando con los brazos en alto, como quien ha ganado un Mundial, la caja con el teléfono a la entrada del establecimiento. Escenas que se repitieron con el iPad y que meses más tarde tuvieron sus réplicas de locura consumista con el lanzamiento de las nuevas versiones del teléfono y de la tableta, respectivamente.

Ahora, un estudio realizado por Pricegrabber entre más de 3.000 estadounidenses asegura que uno de cada tres está completamente convencido de que se harán con un terminal en cuanto el iPhone 5 salga el mercado, algo previsto para mediados de septiembre, aunque no existe confirmación oficial al respecto. Además otro 30% de la muestra contestó que en caso de renovar el teléfono en 2012 el dispositivo iOS sería el elegido.

Las cifras por si solas pueden resultas algo tibias. Sin embargo, si se tiene en cuenta que no se conoce ninguna de las novedades que ofrecerá la nueva versión del ‘smartphone’ más famoso del mundo, el dato resulta, por lo menos, llamativo. Sobre las novedades y nuevas características, la encuesta señala que a un 59% de los encuestados les gustaría que tuviese una batería que aguantase más tiempo y el 55% contestó que esperan que sea algo más barato que en otras ocasiones.

Un desarrollo 'hermético'

El hermetismo más extremo ha vuelto a reinar en el desarrollo del nuevo proyecto de Apple. Lo poco que ha trascendido, fruto de suposiciones destiladas de un puñado de patentes registradas que dibujan desde un sistema para medir el ruido del entorno y comunicar, mediante mensaje texto o de voz, el motivo por el que no se puede responder la llamada. El Wall Street Journal anunció que sería más fino y más ligero que sus predecesores y que contará con una cámara de 8 megapixeles.

Otros de los detalles que señalan diferentes analistas y expertos en el sector es que el nuevo terminal funcionará con el mismo procesador que el iPad 2, lo que aumentará el rendimiento y la velocidad a la hora de utilizar aplicaciones. Otras de las novedades que se han barajado es que abandone el diseño rectangular del iPhone 4 y recupere las curvas tan características de su primer modelo. Otro de los grandes retos a lo que se enfrenta es arreglar los problemas que dió la antena en el caso de la última versión del dispositivo. Pero la gran mayoría de datos provienen de la rumorología, elevada por muchos a ciencia exacta cuando de novedades tecnológicas se trata.

"Las estimaciones de venta de Apple para el nuevo iPhone son bastante fuertes e incluso nos dijeron que estuviésemos preparados para alcanzar las 25 millones de teléfonos vendidos. El volumen de producción inicial será unos pocos millones de unidades", dijo una persona de una de las empresas proveedoras. Hace unos pocos días se conoció el retraso de la salida al mercado del nuevo telefóno. Varios consultores, que habían señalado que llegarían en septiembre, se tuvieron que desdecir para confirmar que el esperado lanzamiento se producirá en octubre. Esto quizá pueda estar obedeciendo a que la puesta en el mercado esté más cerca de las fechas navideñas.

De momento, obedeciendo al 'modus operandi' habitual en los despachos de Cupertino, no hay confirmación oficial al respecto. Por el momento, Apple tiene convocada una nueva conferencia de prensa el día 1 de septiembre, donde previsiblemente hay alguna novedad a este respecto. La otra duda es si será Steve Jobs, de baja médica, el maestro de ceremonias y el encargado de presentar la nueva criatura tecnológica de la compañía.