Ban Ki Moon, secretario general de la ONU. / Archivo
revueltas en el mundo árabe

El Consejo de Seguridad se reúne para analizar la represión en Siria

La comunidad internacional exige al Gobierno del presidente El-Asad que ponga fin a la violencia de forma inmediata

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Desde que ayer la violenta represión ejercida por El-Asad en Hama se conociese fuera de sus fronteras, muchos son los líderes internacionales que han mostrado el mayor de su rechazo. Italia, a última hora de la tarde de ayer, pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU que recibió el apoyo de Alemania al de pocas horas de hacer el anuncio. El órgano internacional ya está reunido analizando el recrudecimiento de la violencia en Siria.

La presidencia del máximo órgano internacional de seguridad, que desde este lunes ostenta India, aceptó la petición de la delegación alemana para celebrar consultas a puerta cerrada sobre la situación en Siria, tal y como informaron fuentes diplomáticas. El embajador alemán, Peter Wittig, quien hasta el domingo ocupó la presidencia de turno del Consejo, pidió a los diplomáticos indios que convocaran con carácter de urgencia al máximo órgano ejecutivo de la ONU después de que Bachar Al Asad redoblara su campaña de represión y sacara los tanques en varias ciudades sirias.

La peticiónes alemana e italiana reflejan la voluntad de los otros miembros de la Unión Europea (UE) que se sientan en el Consejo, principalmente los permanentes -Francia y Reino Unido-, de que el órgano condene finalmente a Damasco tras varios intentos infructuosos en el seno de la ONU. Franco Frattini, ministros de Exteriores del Gobierno de Berlusconi, instó a "adoptar una postura firme" respecto a los hechos de las últimas horas. "Se trata del último horrible acto de represión violenta contra los manifestantes que llevan muchos días con su protesta pacífica", ha asegurado el canciller del país transalpino.

Igual de contundente ha sido su homólogo británico, William Hague, que ha pedido una mayor presión internacional pero ha pedido "que no sea ejercida en exclusiva por los países occidentales" subrayando la idea de que hay que involucrar a los gobiernos de los países árabes, tal y como viene haciendo el Ejecutivo liderado por Erdogan. "Turquía ha sido muy activa tratando de persuadir a Al Asad de que debe acometer reformas, en lugar de ordenar estas acciones espantosas", ha explicado. Ha subrayado que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe acordar una resolución que "condene la violencia" en Siria, "reclame la liberación de los presos políticos" y haga un llamamiento para que las "reclamaciones legítimas obtengan una respuesta".

Hace dos meses, los países de la UE que se sientan en el Consejo intentaron sacar adelante, apoyados por Estados Unidos, un proyecto de resolución de condena al régimen de Al Asad que quedó paralizado después de que China y Rusia amenazaran con ejercer el derecho a veto y de que India, Sudáfrica, Brasil y Líbano mostraran también su oposición.

Esos países consideran que posicionarse sobre Siria sería intervenir en asuntos nacionales, pero las delegaciones europeas tratarán hoy de convencerles de lo contrario "ya que sí está en juego la paz y la estabilidad internacionales", indicaron las mismas fuentes diplomáticas. "Esperamos que algunos de ellos, principalmente los países que son democráticos, cambien de opinión", dijeron las fuentes diplomáticas consultadas, quienes siguen apostando por el proyecto de resolución presentado en junio, un texto que refleja una condena que "no se piensa reducir".

En la reunión del Consejo de Seguridad, será el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Óscar Fernández-Taranco, quien informe de la situación en Siria. Esta reunión tiene lugar después de que la última oleada de represión en Siria haya dejado al menos 120 muertos principalmente en Hama (centro), en el marco de una operación militar en la que los tanques del Ejército, que asediaban la ciudad, entraron a sus calles y, según testigos, abrieran fuego indiscriminado contra los manifestantes.

Ban pide el cese del ataque

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó "firmemente el uso de la fuerza contra la población civil" y en el que lanzó un nuevo llamamiento al Gobierno sirio para que "detenga su ofensiva violenta de una vez por todas", según un comunicado emitido por la oficina de su portavoz.

Además, recordó una vez más a las autoridades sirias que tienen la obligación de "respetar los derechos humanos del pueblo sirio, incluyendo su libertad de expresión y su derecho a reunirse pacíficamente", al tiempo que las exhortó a escuchar "sus legítimas aspiraciones". Ban también insistió al régimen de Al Asad que es "responsable bajo las leyes internacionales humanitarias de los actos de violencia que lleven a cabo contra la población civil". El máximo responsable de la ONU ha pedido en numerosas ocasiones al Consejo de Seguridad que condenara la violencia del régimen sirio y la semana pasada varios asesores del organismo alertaron de que Siria podría ser escenario de crímenes de guerra y de graves crímenes contra la humanidad debido a la represión gubernamenta