El expertiguista y seis veces campeón olímpico Sergei Bubka. EFE/Marta Pérez
ATLETISMO

Bubka: «El dopaje existe desde siempre, pero ahora los casos son minoría»

El mítico pertiguista, presente en Barcelona, está convencido de que el francés Lavillenie será su sucesor

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Tiene uno de los récords más antiguos del atletismo y desde 1994, año en que saltó 6,14 metros en Sestriere (Italia), ningún pertiguista ha osado franquear el que es considerado uno de los límites humanos del deporte mundial. Sin embargo, Serguei Nazárovich Bubka (Lugansk, Ucrania, 1963) cree que su mítica marca podría tener los días contados.

El atleta que logró 35 plusmarcas mundiales (17 al aire libre y 18 en pista cubierta) bautizó este jueves a Renaud Lavillenie como su digno sucesor. El saltador francés conquistó el pasado fin de semana el título de campeón de Europa en París, con una marca de 6,03, y con la medalla de oro colgada en el cuello se atrevió, ante la atenta mirada del zar de la pértiga desde la grada, con los 6,16. Fracasó, pero Bubka le ve posibilidades. "¿Si alguien batirá mi récord?", pregunta. "¿Por qué no?", responde. "Hay un buen ramillete de chicos que pueden hacerlo. Lo vimos el fin de semana pasado con el saltador francés, Lavillenie". "Lo intentó y puede que lo logre", afirma el ucraniano, apartado de las pistas desde 1997 por culpa de las lesiones en los talones.

Bubka, que tras colgar las zapatillas de clavos ha seguido su carrera como dirigente deportivo, disfruta con el que fue su deporte. "No me importa que batan mi récord. Disfruté mucho viendo la competición el pasado fin de semana. Lavillenie es un buen chico. Solo puedo pasármelo bien viéndole". Y le lanza un consejo: "Lo importante no es la altura que hay que saltar, sino tratar de ser rápido y tener claro lo que tienes en la cabeza". Cuando se le plantea cómo es posible que una gran parte de los récords masculinos de atletismo daten de los años 80 y 90 (sobre todo los cuatro saltos, los lanzamientos y las pruebas de medio fondo), no se extiende. "Es una cuestión de talento", dice.

Sobre la atleta que cogió su testigo como máxima figura de la pértiga, la rusa Yelena Isinbayeva, cree que "volverá al lugar en el que estaba antes de su retirada" de un año para ser madre. "Ha trabajado mucho y está muy fuerte", mantiene el ucraniano, que se declara fan de Usain Bolt.

Contra el 'doping', educación

Bubka, que fue seis veces campeón mundial y logró el oro olímpico en Seúl'88, se considera un "hombre feliz". "Disfruté mucho con el deporte, tanto de niño, como luego de profesional y ahora como divulgador del deporte. Estoy orgulloso de lo que he hecho", afirma. En su labor de representante de atletas ante el COI, mantiene que el deporte debe ser capaz de adaptarse a los "tiempos cambiantes", pero siendo siempre "fiel" a los valores olímpicos. "Es por eso que el espíritu de Samaranch nos acompaña hoy. Él condujo el movimiento olímpico hacia la era moderna", añade.

De ahí que esté plenamente implicado en la lucha contra el dopaje. "El 'doping' no es un problema nuevo. Existe desde siempre", señala. "Hemos invertido mucho dinero, pero es una batalla muy difícil de librar", argumenta. Según Bubka, "la situación ha mejorado desde 1999", cuando se creó la AMA (Agencia Mundial Antidopaje). "Sigue habiendo casos, si bien son una minoría. Hay que seguir con esta batalla, porque se puede hacer mucho más desde la educación". Del caso Contador no habla. "No soy una autoridad para hablar del tema; no soy médico", señala.

Bubka, que es una de las principales figuras que asiste a la tercera edición del Global Sports Forum de Barcelona (GSFB), dedicada al debate sobre el futuro del deporte, propone "refrescar el programa tradicional de los Juegos Olímpicos" para atraer a los jóvenes, así como adaptarse a las nuevas vías de comunicación lideradas por las redes sociales, como Facebook o Twitter.