Navarro emerge hacia la Copa y el ‘MVP’

La Copa acogerá este domingo la final más deseada, entre el Barça y el Madrid (18.00 h. Teledeporte), por segundo año consecutivo, y de nuevo con los azulgrana como máximos favoritos. Al Barcelona se le presenta otra oportunidad para ahondar en la herida e igualar los 22 títulos de su eterno rival y al Real Madrid la posibilidad no solo de ganar el trofeo 18 años después, sino de vengarse de forma definitiva de las continuas humillaciones sufridas ante el todopoderoso conjunto catalán.

El mejor equipo de Europa se reencuentra con un Madrid que aspira a romper la maldición que le persigue en el torneo del KO y, sobre todo, frente a un rival invencible. Una ocasión única, ahora que los blancos han tenido una jornada más que descanso que los azulgrana, aunque han tenido que pelear demasiado frente al Gran Canaria y el Power Electronics, mientras que el Barça dispone de tanto banquillo y de tantos efectivos, que después de superar a medio gas al Joventut, en semifinales tampoco precisó mucho desgaste para imponerse a un limitado Baskonia, con rachas de gran baloncesto. Navarro, despedido con aplausos por el Palacio, estuvo pletórico (26 de valoración en casi 31 minutos, con 8 de 9 en tiros de dos y 3 de 7 triples, además de dar tres asistencias) y se encargó de ajusticiar a un Caja Laboral que al final fue víctima de una paliza, porque este Barça nunca se conforma. Es pura competitividad.

Además de Navarro, que emergió en semifinales, ansía y va camino de ser el ‘MVP’ en Madrid y de añadir otra Copa a su palmarés, aunque en el Palacio también le gritasen con sorna: “¡Navarro siempre hace pasos!”, contra el Caja aparecieron otros secundarios para machacar a un Baskonia que se acabó en el tercer cuarto ante la apisonadora blaugrana. Es lo que tiene disponer de tantísimo potencial en todas sus líneas. Unos días les toca a unos y otros a otros. Esta vez fue, sobre todo, el turno de alguien que no estaba llamado a despuntar, Anderson, que resolvió cuando hubo que hacerlo, cuando había que dar el paso al frente y demostrar que este equipo de tantísimo talento siempre tiene capacidad de reacción y una mano prodigiosa. El Barça pisó el acelerador en el tercer parcial después de que el Caja Laboral llegase a igualar al final del segundo (34-34). Un espejismo para un Baskonia que nunca pudo estar arriba y mantuvo escasa fe. No es para menos, con esta máquina azulgrana que juega como quiere, cuando quiere , y disfruta avasallando.

Quiso en el primer y tercer cuarto, y apabulló a un Baskonia que acusó la escasa aportación de Marcelino Huertas y Teletovic y la lesión de Logan en el segundo cuarto. Intentó sujetar a Navarro pero no pudo con ‘La Bomba’ (15 puntos al descanso). Después le tocó defender a San Emeterio, y al Caja le fue algo mejor, pero no sirvió de nada, porque aunque plantó cara con Barac, fue Anderson el que hizo resurgir al Barcelona, como protagonista de un parcial de 6-0 que hizo pasar de la igualada a un 50-43 que despejó el camino del triunfo. Desde ese momento, los de Xavi Pascual marcharon sin freno, para dejar sentenciado el choque antes del último cuarto, con 13 de ventaja.

Con 6 de 7 al descanso

Esa fue también la máxima diferencia que tuvo el Barcelona en el primer período, cuando Ricky y Navarro hicieron un roto de consideración a un Caja Laboral hundido anímicamente e incapaz de frenar tanta frescura y recurso ofensivo. Sin embargo, Ivanovic debió poner las pilas a los suyos para afrontar el segundo cuarto, aparte de que hubo unos momentos de exceso de relajación culé. Así, sin Ricky, el Baskonia le endosó un parcial de 0-10, liderado por Logan y Bjelica. Pero el Caja no disponía de muchas más armas. Y por si fuera poco, siempre pendiente de que Navarro, al grito de “¡MVP, MVP!”, no sacase la ametralladora. El escolta catalán solo se apuntó un triple al descanso, pero cerró ese primer tiempo con 6 de 7 tiros de dos. Fue una pesadilla continua para el Baskonia, al que con todo decidido y el Barça crecido solo le quedó acabar con algo de dignidad, aunque tampoco pudo conseguirlo.

La diferencia entre ambos fue abismal. Ahora habrá que ver si la enorme distancia también se mantiene ante el Madrid, cuando en las dos últimas palizas los azulgrana han ganado por 20 puntos, en la Liga en Barcelona, y por 32 en la Supercopa. Y por 19 en la anterior final copera de Bilbao. La hora de la revancha está servida para el Madrid, aunque parezca una utopía superar esta muralla que siempre bloquea la cabeza de los blancos.