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El Supremo rechaza suspender la norma antiblindajes en el caso de Iberdrola

La eléctrica pretendía evitar la entrada de ACS en su consejo

MADRID Actualizado: Guardar
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El Tribunal Supremo ha rechazado la petición de Iberdrola de que se suspenda cautelarmente, en su caso, la aplicación de la nueva ley antiblindajes, que impide a las sociedades cotizadas limitar los derechos de voto de sus accionistas, con lo que la eléctrica pretendía evitar la entrada de ACS en su consejo.

En un auto publicado hoy por el Supremo, la Sala de lo Contencioso-Administrativo ha pedido también que la constructora que preside Florentino Pérez, principal accionista de Iberdrola con el 20% de su capital, se persone en el plazo de 9 días en el proceso para resolver definitivamente el recurso de Iberdrola. El Supremo asegura que no puede acceder a la pretensión de la eléctrica porque, al ser una ley, supondría "una grave perturbación de los intereses públicos en general", y asegura que tampoco queda suficientemente acreditada "la irreparabilidad o irreversibilidad de los perjuicios" que Iberdrola aducía para pedir la suspensión cautelar.

El Tribunal Supremo recuerda que la norma antiblindajes, aprobada en abril del año pasado por el Congreso, no será de aplicación hasta el 1 de julio de 2011, por lo que no cabe suspender cautelarmente una norma jurídica "que aún no está vigente y que no lo va a estar hasta dentro de seis meses, cuando este recurso pudiera estar resuelto de forma definitiva". También pone de manifiesto que las medidas cautelares sólo deben tomarse "ante perjuicios intensos y cualificados, de carácter irreversible o irreparable, circunstancia que tampoco se da en el presente caso". "Tampoco se percibe que el interés público resulte comprometido por la supuesta posición de un socio mayoritario (ACS) en relación con la de los actuales gestores de la sociedad", concluyen los magistrados del Alto Tribunal, que afirman que Iberdrola no ha documentado suficientemente las potenciales decisiones perjudiciales de la constructora.

Iberdrola argumentaba que la nueva normativa antiblindajes supondrá una "alteración sustancial de su configuración actual y de su modelo de gestión", ya que el alto nivel de endeudamiento de ACS, que impondría sus intereses en el Consejo, le "obligaría a maximizar los dividendos en el corto-medio plazo, limitando las inversiones estratégicas a largo plazo". Por ello, la eléctrica defendía que se debía suspender cautelarmente la norma por "interés público", ya que los inversores se garantizarían que ACS no puede tomar el control de Iberdrola sin lanzar una opa.

También sostenía que la adopción de la medida cautelar no causaría perjuicios a terceros, pues "los accionistas minoritarios de Iberdrola tienen un interés inequívoco en el mantenimiento de las limitaciones de voto". Asimismo, Iberdrola asegura que el Gobierno "trascendió los límites de la habilitación parlamentaria que le habilitaba para aprobar" la norma, ya que le otorgó rango legal en vez de reglamentario.

Juicio de impugnación

El alto tribunal ha dado a conocer su decisión pocos días después de que en Bilbao se celebrase el juicio de impugnación entablado por ACS contra la última Junta de Accionistas de Iberdrola, que negó la entrada en su Consejo de Administración a un representante de la constructora, al considerar que entre ambas empresas existe "un conflicto de intereses". Iberdrola asegura que ACS compite con ella en diversas áreas estratégicas para la eléctrica, especialmente en la producción de energías renovables.

Durante la primera sesión del juicio, Iberdrola trató de demostrar el supuesto interés de ACS en el sector de las renovables, mientras que la constructora presentó datos comparativos de generación y ventas para intentar demostrar la diferencia de tamaño entre ambas compañías y, por tanto, la supuesta ausencia de competencia efectiva. Además, representantes de Deloitte presentaron a petición de ACS un informe que considera que ambas empresas representan modelos de negocio totalmente distintos, uno volcado en la construcción y el otro en la energía.

ACS también puso a la venta en noviembre pasado todos sus activos de renovables, que han sido uno de los principales motivos alegados por Iberdrola para negarle la entrada en su consejo.