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Las diez claves de la reforma de las cajas

El nuevo marco legal pretende dar salida a todas las situaciones, mejorando las capacidades de capitalización y la profesionalización de los órganos gestores

Madrid Actualizado: Guardar
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La reforma en profundidad de la regulación de las cajas de ahorro que el Gobierno aprobó por real decreto el 9 de julio se propone dar facilidades para que estas entidades puedan aumentar su capital y liberarse, al menos en parte, de las injerencias políticas. Su aplicación llevará meses, incluso años, y arranca cuando el nuevo mapa de las instituciones está casi totalmente perfilado.

Cuando aún faltan piezas por encajar, 38 instituciones están inmersas en procesos de integración –hay seis fusiones por absorción, la más reciente de ellas la de Cajasur por BBK- y 7 siguen ‘solteras’. El nuevo marco legal pretende dar salida a todas las situaciones, mejorando las capacidades de capitalización y la profesionalización de los órganos gestores. El camino trazados sigue estas pistas:

-Capital privado: Las cajas ya pueden emitir cuotas participativas con o sin derechos políticos, a su elección, en porcentajes que no superen el 50% del total. Se elimina el límite del 5% de posesión por un solo inversor. Un único propietario, o varios unidos, podrán atesorar hasta la mitad del capital de la entidad y tendrán representación equivalente en los órganos de gobierno.

-Tomas de decisión: La ley establece que las decisiones fundamentales de una caja se tengan que tomar por mayoría reforzada. Para cambiar la naturaleza jurídica de la entidad se precisarán mayorías de dos tercios.

-Dividendos: Las cajas, que han sido capaces de colocar entre sus clientes miles de millones de euros en obligaciones preferentes, tendrán seguramente más fácil ‘vender’ cuotas participativas que cobrarán dividendo, puesto que van a ser retribuidas en función de los resultados.

-Bancos filiales: También se abren otras vías al capital privado. Las cajas podrán ceder su negocio a un banco, del que poseerán al menos el 50% del capital, para quedarse sólo con las participaciones industriales y la gestión de la obra social, a financiar con las ganancias bancarias y los dividendos correspondientes. Si lo desean, podrán optar a esta fórmula convirtiéndose en una fundación.

-Fusiones frías: En las fusiones frías, que oficialmente se llaman Sistemas Institucionales de Protección (SIP) la cabecera será una sociedad anónima, es decir, un banco. El Gobierno desechó la petición de que en la cúspide se pudiera situar una ‘caja de cajas’. Los bancos nacidos de las cajas podrán salir al mercado a captar capital y colocar sus acciones por el procedimiento general. Si logran una calificación alta y presentan previsiones de resultados atractivas, les será más fácil obtener recursos.

-Compromiso: Para que los SIP no sean soluciones de salir del paso, estarán participados al menos en un 50% por las cajas integrantes. Si ese límite se incumple, las entidades tendrán que reconvertirse en fundaciones y ceder toda su actividad financiera a unidad central del SIP. Habría, en este caso, tantas fundaciones como miembros del SIP y un único banco. El abandono de una caja de ahorros tendrá que ser evaluado previamente por el Banco de España.

-Críticas: Entre los sindicatos y otras asociaciones se extienden las críticas, por considerar que la bancarización es una privatización de las cajas de ahorro, que abandonarán su función social y dejarán de desempeñar su tarea de combatir la exclusión financiera de la población más desfavorecida.

-Despolitización: La ley pretende reducir la influencia política en las entidades de ahorro. El peso máximo de los organismos públicos, comunidades autónomas y ayuntamientos, bajará del actual 50% al 40%. Los cargos políticos electos no podrán desempeñar cargo alguno en las asambleas, el consejo o sus comisiones. La mitad de los consejeros habrán de acreditar “experiencia profesional sólida y cualificación profesional”.

-A medio gas: En un plazo de tres años los aproximadamente 2.000 cargos electos tienen que abandonen sus puestos. Mientras tanto, muchos de ellos seguirán tomando decisiones durante el crítico proceso de reconversión de las cajas. Además, nada impide que destacados militantes políticos sigan accediendo a los consejos porque ayuntamientos, diputaciones y parlamentos de las comunidades autónomas mantienen la capacidad de designar a los miembros de las asambleas de las cajas.

-Competencias: Las competencias autonómicas no cambian. Incluso parecen reforzadas, porque la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña las ratifica. Por eso, las fusiones frías seguirán siendo la principal vía para las integraciones interterritoriales. Al margen de ellas, la única que se ha producido es la de Cajasol y Caja Guadalajara. Las otras dos –BBK y Cajasur, Caja Castilla La Mancha y Cajastur- son el resultado de la intervención del Banco de España.