De izquierda a derecha, el presidente del Consejo de Expertos de Finanzas del Ministerio de Finanzas griego, Giorgos Zanias, el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinu , y el representante griego ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Panagiotis Roumelioti. / Efe
crisis financiera

El Gobierno heleno urge a activar la ayuda porque a Grecia se le acaba el tiempo

Existe una fecha crucial" -subraya el ministro de Finanzas, Yorgos Papaconstantínu- "que es el 19 de mayo, cuando vence un bono de diez años del Estado de 9.000 millones"

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El ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu, ha urgido a la Unión Europea (UE) y al Fondo Monetario Internacional (FMI) a activar la ayuda para Grecia por el creciente coste de su deuda, cuyo interés llegó al 10%. "Hacia el 19 de mayo, todas las gestiones deben de haber concluido debido a la debilidad de Grecia para acceder a los mercados" internacionales, ha explicado el responsable de Finanzas ante los parlamentarios del gubernamental Partido Socialista Panhelénico (PASOK).

"Existe una fecha crucial" -ha subrayado el ministro- "que es el 19 de mayo, cuando vence un bono de diez años del Estado griego de 9.000 millones de euros". "Hasta ese día deben de haber concluido las gestiones, y debemos haber empezado a cobrar las cantidades de crédito tanto de parte del FMI como de los socios europeos (de la eurozona)".

Una delegación del FMI, del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Europea (CE) se encuentran desde hace una semana negociando en Atenas con el Gobierno griego para definir los términos exactos de la ayuda por valor de 45.000 millones de euros para 2010, y las medidas que debe de acometer el Ejecutivo, dentro de un programa trianual, para sanear las cuentas públicas. Grecia tuvo un déficit del 13,6% y una deuda pública del 115% del PIB en 2009, y de activarse las ayudas sería el primer país del euro que recurre a un paquete de rescate para evitar la bancarrota. El diferencial del bono griego a diez años en relación al alemán se ha disparado hoy hasta los 687 puntos, marcando un nuevo récord desde la creación del euro en los últimos 12 años.

Medidas dolorosas aunque necesarias

El primer ministro, el socialista Yorgos Papandréu, había asegurado, horas antes de la comparecencia de Papaconstantínu, que pondrá orden en la descalabrada economía de su país y lo liberará así del estricto control al que le han sometido entidades externas -FMI, BCE y CE- con el fin de verificar que se cumplen las condiciones exigidas para que Atenas pueda acceder a sus préstamos. "(Ellos) no se irán ni con piedras, ni con ningún tipo de violencia, sino cuando nosotros pongamos orden en nuestro país y hayamos terminado con la corrupción y con la evasión de impuestos", ha sentenciado Papandréu.

"Atravesamos juntos los momentos más difíciles de los últimos años, en circunstancias nunca vistas no sólo para Grecia, sino para Europa y la economía mundial", ha señalado el jefe del Ejecutivo. Sin embargo, ha reconocido que "las medidas (de austeridad), aunque dolorosas, son necesarias" y se ha mostrado "decidido personalmente a avanzar con los cambios, ya que es ahora o nunca".

Pero el Ejecutivo heleno no acaba de recibir noticias positivas. Al contrario, la agencia Standard & Poor's (S&P) ha rebajado la calificación de la deuda griega al nivel de bono basura (de "BBB+/A-2" a "BB+/B") en medio de los complicados desafíos políticos, económicos y presupuestarios que afronta el Gobierno griego. La agencia sitúa la deuda de Grecia en perspectiva negativa por las dudas sobre la capacidad del Gobierno heleno para aplicar su plan de austeridad por a la oposición interna y las débiles perspectivas económicas.

"Las opciones del Gobierno se están reduciendo debido al debilitamiento de las perspectivas de crecimiento económico de Grecia", señala en un comunicado S&P, poco después de que el banco central griego pronosticara una contracción este año de su economía del 2%. "La dinámica de esta crisis de confianza ha planteado dudas, tanto sobre la capacidad administrativa del Gobierno para aplicar las reformas rápidamente, como de su voluntad política de abrazar un programa plurianual de austeridad fiscal", asegura la agencia.

"La presión para una reducción más agresiva y amplia del gasto fiscal está aumentando debido a los intereses del mercado", aseguran los analistas de S&P, que consideran que la deuda pública aumentará en 2011 al 131% del PIB.