Sucesos | Cádiz

Yana y la búsqueda de su asesino: así se dio con él tras sus vacaciones en Cádiz

La Policía Nacional logra hallar en días el cadáver enterrado a miles de kilómetros de esta mujer asesinada presuntamente por su marido: las cámaras y una señal de móvil, claves

Agentes de la UDEV de Cádiz trazaron punto a punto por dónde se fugó el sospechoso con el cuerpo de Yana en el maletero

Arriba, Yana junto a su marido y presunto asesino, Michael. Derecha, las cámaras graban al autor metiendo el cadáver en el maletero. Abajo, última imagen de la pareja juntos, última vez que se ve a la víctima con vida. La Voz

María Almagro

«Desaparición inquietante». Yana Rose, 40 años , estadounidense de origen ruso, acompañada de una foto de una mujer rubia de ojos azules y semblante muy dulce. Solo eso. Esos datos y esas dos palabras de máxima alerta fue lo que llegó hasta los agentes de la UDEV de la Comisaría Provincial de Cádiz.

No había más. Únicamente que la última geolocalización de su móvil (cuando estaba encendido antes de que alguien lo apagara o se apagara) la situaba entre San Roque y Los Barrios y que la preocupación desde Rusia de su madre con la que solía hablar todos los días era también «inquietante». De repente, el día de Navidad, le dejó de coger el teléfono y de devolverle las llamadas, algo que jamás hacía. El caso, lleno de incógnitas y de urgencia, estaba sobre la mesa . Quedaba todo por resolver.

El cadáver de Yana aparecía poco después. El 21 de enero. Estaba semienterrado en una finca abandonada de Alzira (Valencia) a más de 700 kilómetros de la última pista . ¿Cómo había llegado hasta ahí?, ¿quién la había matado?, ¿dónde estaba su marido con el que estaba pasando las vacaciones por España?, incógnitas y claves fundamentales que había que hilar para encontrar al culpable de este crimen, y así poderle hacer justicia a esta mujer porque ya la vida desgraciadamente no se la podían devolver.

La investigación, dirigida desde el grupo de Desaparecidos de la Unidad Central de Delincuencia Organizada y Violenta (UDEV) con la definitiva e imprescindible colaboración de esta unidad en Cádiz , ha sido trágica y dolorosa –evidentemente– pero también, policialmente, de manual.

En cuanto se tuvo constancia de la denuncia se comenzó a trabajar y, aunque ya Yana había sido presuntamente asesinada, en pocos días pudieron localizar el punto exacto donde podía estar su cuerpo y también dar con el supuesto autor de su final, su marido , Michael Martin Hoseyni, 55 años, quien después de que lo visitara el FBIen Estados Unidos donde ya se había refugiado. Tras el aviso de la Policía española, se entregaba en Barajas el pasado 29 de enero. Pero para poder hilar esta truculenta historia hay que ir como siempre hasta su principio y seguirla paso a paso. Como han hecho los agentes que asumieron el caso.

La primera alerta salta en redes sociales. En un grupo de Facebook de ciudadanos rusos que viven en España y donde comparten consejos y lugares que se pueden visitar. Es ahí donde la madre de Yana, desesperada por no saber dónde está su hija, pide auxilio. Cuenta que está muy preocupada y que lleva días sin cogerle el móvil. Una compatriota que vive en Valencia lo ve. No es amiga de la chica pero siente la necesidad de ayudar. Se va a la comisaría del Mercado de Abastos de la capital valenciana y pone una denuncia por «desaparición».

Lo único que se aporta además de su foto y su identidad es que, según la madre, su yerno le había dicho que tras una pelea durante el viaje, Yana se había ido de manera voluntaria el 27 de diciembre y él había vuelto a Denver (Colorado) donde ambos residían.

Desde Valencia el caso se pasa a la central, al grupo de Homicidios y entonces se empiezan a intentar encajar todas las piezas. Se solicita judicialmente el rastreo del móvil de la desaparecida y comprueban que la última señal la da en Cádiz . Entre San Roque y La Línea de la Concepción.

Es entonces cuando se pide la colaboración de los agentes de Cádiz, especializados también en la búsqueda de desaparecidos. Además dan con el coche que conducían, un vehículo alquilado color negro y confirman que la pareja llevaba desde agosto viajando por Europa de vacaciones y habían visitado ya otros países como Italia, Macedonia, Albania, Francia, Croacia y Bulgaria. Y que tras España tenían previsto regresar a su país a mediados de enero. Sin embargo Michael ya había vuelto. Antes y solo.

España era su última parada de viaje por Europa antes de volver juntos a Denver. Sin embargo él regresó solo

El móvil llevó a las cámaras

Los policías de la UDEV de Cádiz siguen a conciencia manejando los puntos de geolocalización y eso les lleva a un hotel en la zona indicada. Y es allí donde, tras varias gestiones y después de confirmar su estancia en el registro, dan con unas cámaras que pueden ser y resultan siendo claves .

Tras visionar muchísimos minutos de grabación observan como efectivamente Yana y Michael han estado ahí. En las imágenes aparecen el día 23 de diciembre dejando el coche en el párking de este alojamiento. Ya no vuelven a verlos juntos más.Ni a ella tampoco. La siguiente captura que obtienen es de él, tres días más tarde . Son las nueve y media de la noche del 25, Navidad y Michael desplaza unos metros el coche, entra al hotel y al poco tiempo sale arrastrando por los tobillos lo que parece un cadáver. Lo mete en el maletero y esa misma noche se marcha. ¿Y adónde?, hay que volver a buscarlo.

Así los agentes siguen triangulando la señal de los móviles. El de Yana ya no vale, está apagado (nunca se ha encontrado), el de Michael tampoco da mucha más información, pero es imprescindible seguir intentándolo, lograr que cualquier rastro les lleve al único y principal sospechoso. Y entonces, se comprueba que el marido no llega a parar hasta Lorca (Murcia), ahí enciende el móvil. Lleva casi 500 kilómetros con el cadáver en el maletero y, vaya donde vaya, ha cogido una ruta de interior, es decir, no ha podido tirar el cuerpo al mar. En Lorca permanece una hora, aparentemente para comer, y continúa la marcha.

Hasta que llega a Alzira, siete horas conduciendo. Y es ahí donde la señal se mantiene activa por más tiempo. Y así, desde Cádiz, los policías que han ido trazando este mapa de la huida de Michael, logran darle el punto exacto a sus compañeros de Valencia de dónde puede estar enterrada Yana. «Era muy complicado porque en tantos kilómetros la podría haber dejado en cualquier lado y de cualquier manera . No teníamos apenas datos e intentar posicionarlo y dar con el recorrido que había hecho era clave para encontrarla a ella», cuenta el inspector.

Pero lo lograron y en dos días. Yana apareció semienterrada a casi un metro de profundidad dentro de una parcela abandonada, una antigua finca burguesa en ruinas desde hace décadas, muy cerca del Hospital de La Ribera. Primero encontraron un zapato y luego el punto exacto.

Michael la había enterrado a casi un metro de profundidad. Se sospecha que primero eligió el lugar, la dejó y la cubrió con ramas para después ir a buscar las herramientas para seguir ocultándola. De hecho la Policía también obtuvo imágenes de él el día 27 de diciembre (día y medio posiblemente desde la muerte de Yana) en una ferretería de un polígono cercano. Compró una pala, un hacha, unos guantes anticortes y un cúter .

Imagen de Michael comprando herramientas en una ferretería próxima al lugar donde se encontró el cuerpo sin vida de su mujer. La Voz

Absolutamente todo lo señalaba a él, pero ¿dónde estaba el presunto asesino? . De nuevo la investigación era fundamental y se constató que desde Alzira, Michael Hoseyni había viajado hasta el aeropuerto de Milán, donde devolvió el coche que tenía alquilado. Luego voló a Reino Unido hasta Nueva York y de ahí a Denver. Entro solo en el país.

La Policía española pidió entonces la colaboración al FBI. Lo localizaron, fueron a verlo y le expusieron su situación. «Estaba completamente atrapado». Y así debió sentirse y preferir volver a España para someterse a la justicia de este país porque el pasado 28 de enero Michael llegaba a Barajas. El FBIya había avisado de que lo haría.

Allí lo esperaba la Policía que de inmediato lo detenía, ponía a disposición judicial y era enviado directamente a prisión. Las graves pruebas que le apuntan como el presunto asesino de su mujer, de Yana, lo han puesto contra las cuerdas. Gracias, ante todo, a esta minuciosa y trabajosa investigación.

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