MEDIDAS FRENTE AL COVID-19

El decreto de cierre de las playas en horario nocturno, papel mojado

Mientras que la Junta de Andalucía manifiesta que es un asunto de «competencia municipal», los ayuntamientos consideran que no ha aportado nada nuevo a lo que se venía realizando

Policía Local desalojando la playa de Santa María del Mar la noche de San Juan. Francis Jiménez

Elena Carmona

Es el final casi de la temporada veraniega, de los planes de explotación de playa de los municipios y ya se empieza a ver muchísima menos gente en las playas de la costa gaditana. Sin embargo, la Junta de Andalucía sacaba el pasado 1 de septiembre una Orden para responder ante la situación de especial riesgo derivado del incremento de casos positivos por Covid-19. La orden dice textualmente que los ayuntamientos «deberán tomar las medidas necesarias para el cierre de las playas para el ocio y esparcimiento , exceptuándose la pesca u otras actividades de carácter individual, en el intervalo horario de 21.30 a 07 horas», con excepción de los chiringuitos y establecimientos de restauración que haya en la zona.

La Voz de Cádiz ha realizado un sondeo por varios de los municipios costeros con mayor número de visitantes como Chiclana, Chipiona, San Fernando, Barbate o El Puerto para ver cuál es la situación a la que se enfrentan y de qué manera pueden cumplir con la citada norma. Por el momento, que lo hayan anunciado de manera oficial, tan sólo se ha implementado en Puerto Real y en La Línea de la Concepción.

A la hora de analizar de qué manera se podrá controlar ese uso de las playas en horario nocturno, fuentes de la Junta de Andalucía indicaban que se trata de un asunto que es «competencia municipal», mientras que, a la hora de abordar la cuestión con los distintos municipios, todos afirmaban que llevaban todo el verano intentando controlar la celebración de botellones por parte de jóvenes . Este verano, por ejemplo, tenía lugar del cierre de un establecimiento en Los Caños, dependiente del Ayuntamiento de Barbate, cuyo entorno -dunas de la playa- se convertían en el punto de encuentro de infinidad de pandillas con su botellón.

Ante la nueva medida adoptada por la Junta, desde el Ayuntamiento portuense informaron que fueron municipio pionero , junto a Marbella, al actuar en la Playa de La Calita, donde el alcalde Germán Beardo a través de un bando municipal decretó el cierre de dicha playa por la noche, ya que era un punto de concentración de jóvenes sobre todo en los accesos a la misma evitando así aglomeraciones que podían poner en peligro la seguridad de El Puerto ante la situación extraordinaria que see está viviendo.

Desde el Ayuntamiento confirman que «esta situación no se repite en ninguna otra playa de El Puerto. Aún así, para dar cumplimiento a la norma autonómica, la Policía Local hará rondas por el término municipal para velar que todos los bañistas abandonen la playa a la hora marcada».

Cabe destacar igualmente que al encontrarnos en septiembre y con el inicio inminente del curso escolar las playas de El Puerto reciben muchas menos visitas, por lo que « estamos seguros que no habrá ningún problema en este sentido» . Por supuesto, desde Medio Ambiente, el servicio municipal de Playas y Pinares activará los protocolos para anunciar esta medida por la megafonía existente en el litoral portuense para que los que acudan a la playa conozcan el nuevo horario.

Igualmente, desde el municipio de Sanlúcar recalcan que llevan con esa limitación horaria desde principios de verano para que «diera tiempo para llevar a cabo las labores de limpieza». En concreto, la Policía Local se encarga «de velar por la seguridad en la playa », que también cuenta con personal de control del Plan Playa Segura y de voluntarios de Protección Civil entre las 11 y las 20 horas.

Mientras tanto, desde Barbate, la delegada de Turismo y Playas, Sheyla Reyes, informaba a La Voz «que actualmente el control en el cierre de las playas se está realizando con patrullas de Policía Local». Además, en septiembre el horario de los servicios de socorrismo, enfermería y salvamento en las mismas es de 12.00 a 20.00 horas, avisando mediante megafonía a los usuarios diariamente. Con ello, « dejamos una hora para el desalojo de las playas» . Barbate ya estos días veía cómo se reducía la población en todo su término municipal, que alcanza desde Zahara a Zahora, y donde se ha sufrido un incremento considerable en el número de contagios con respecto a la época del confinamiento y las semanas posteriores. Zonas como la playa del Pirata en Los Caños se convertían, según indican muchos pescadores de la zona, en botellones diarios de gente joven que ocupaban la mayoría de la superficie de la playa.

En el Ayuntamiento de Chiclana «no se está tomando ninguna medida como tal. No tiene sentido puesto que a las 21.30 horas ya es de noche y no hay nadie en las playas». Lo que sí controla la Policía Local es que no se congreguen jóvenes para «montar botellones». Es decir, que son los agentes de la Policía Local los que están alerta y pendientes de que los adolescentes usen la playa para ir de botellón.

Para Chipiona, las playas han estado muy controladas durante todo el verano y se ve reflejado «en los datos que hemos tenido». El concejal de Playas, Lucas Díaz, alabó la actitud de los visitantes de Chipiona que se han comportado «cumpliendo todas las normas y atendiendo a todas las instrucciones que se ponían en marcha desde el municipio». Desde el Consistorio chipionero, que en estos momentos están envueltos en la celebración de la Virgen de Regla, recalcan también que durante estas semanas, previas al decreto, dese la Policía Local y Protección Civil se atendía al cierre de las playas que «a primera hora de la mañana volvían a estar en perfecto estado de revista».

En San Fernando, fuentes municipales consultadas por este periódico indicaban que «ya antes de que se publicara la nueva normativa de la Junta no había problemas en la playa de noche . Camposoto es una playa virgen, que no está cerca de viviendas, no es la típica playa urbana, y no suele ser lugar de encuentro en horario que no sea diurno». A ello hay que sumarle que los chiringuitos que hay suelen tener servicio diurno también.

«Por eso tanto antes como ahora no hay problemas en la playa, ni para aplicar la normativa. La Policía local suele patrullar al final del turno de tarde por la zona todos los días, y nunca ha encontrado ninguna conducta fuera de normativa o presencias en la playa más allá de la hora límite».

Este es el panorama general de una provincia donde la costa ocupa 285 kilómetros , y donde durante los meses de mayor trasiego ha sido la Policía Local la que ha estado pendiente para evitar que se congregaran personas alrededor de un botellón. No obstante, ahora los municipios están volcados más en la vuelta al colegio, que es lo que más le importa a las familias, que en el cierre de las playas, explicaban algunas de las fuentes consultadas, teniendo en cuenta que se ponen en marcha nuevos dispositivos de control que deben evitar el contagio de los propios núcleos familiares.

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