'OPERACIÓN CORO'

Cazados unos narcos cuando descargaban más de dos toneladas de hachís en Zahora

La Policía Nacional detiene a cuatro personas de esta organización que trabajaban en unión con otras redes para abaratar los costes en el transporte de la droga

María Almagro

El fin siempre es el mismo pero las formas van cambiando. Una de las últimas investigaciones policiales efectuadas en la costa gaditana ha dejado constancia de cómo los narcotraficantes siguen dándole vueltas al 'negocio' para sacarle cada vez más rédito a eso de colar droga desde Marruecos a España. En esta operación de la Policía Nacional, denominada 'operación Coro' , donde se han incautado de más de dos toneladas de hachís y detenido a cuatro personas, ha revelado un modus operandi bastante novedoso, o al menos, que se perfila ya como una práctica cada vez más utilizada. En esta ocasión la mercancía que habían cargado en la potente semirrígida con la que habían cruzado el Estrecho no era solo de una organización sino que los fardos venían sellados a nombre de diferentes redes que se habían puesto de acuerdo para transportar esta droga en una misma 'goma' y así abaratar los costes, además los riesgos de ser interceptados.

Sin embargo en esta ocasión les salió mal ya que un trabajo previo de investigación realizado por la Unidad Provincial de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de Cádiz ha dado al traste con sus intenciones cogiéndolos in fraganti cuando se disponían a realizar un importante alijo en la playa de Zahora. De madrugada, los agentes aprehendieron cincuenta y cinco fardos, más de 2.000 kilos y lograron detener a cuatro de estos supuestos narcotraficantes.

Según ha informado la Policía, la operación se inició a raíz del servicio de prevención habitual que se realiza para detectar, identificar y detener a las personas que se dedican al tráfico de drogas en diferentes localidades de la provincia. Fruto de diversas gestiones, los investigadores de la UDYCO supieron de la actividad de una organización criminal que estaría operando por la zona de Zahora, en Barbate. Según los datos recabados los integrantes de esta red empleaban embarcaciones de alta velocidad para introducir grandes cantidades de hachís a través de sus playas . Por todo ello se establecieron varios dispositivos de vigilancia a la largo del mes de enero para corroborar lo que sospechaban.

Y tras tirar del hilo, se pasó a la acción. El pasado 1 de febrero en la playa del Faro de Trafalgar sorprendieron a estos narcos cuando estaban ya descargando la droga una vez que la 'goma' había llegado a la costa. En la playa estaban esperando otras veinte personas para hacer las funciones de cargadores y descargar los fardos hasta un punto que tenían ya fijado.

Ante tal evidencia, se desplegó un importante operativo que estaba previsto. Al percartarse de la presencia policial los traficantes se dieron a la fuga dejando atrás toda la mercancía. Tanto la que ya habían descargado en la playa como la que todavía estaba a bordo de la embarcación. Debido a la dificultad orográfica de la zona y gracias a la colaboración del Grupo USECIC de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, se logró efectuar la detención de cuatro de estos narcos , los cuales portaban equipos de transmisión y teléfonos móviles proporcionados por la organización.

Los detenidos son un ciudadano español y tres marroquíes, uno de ellos menor de edad. Todos fueron puestos a disposición disposición del Juzgado de Instrucción número 1 en funciones de guardia de Barbate. Tras ser oídos en declaración la autoridad judicial decretó prisión provisional para los tres mayores de edad. así como el menor extranjero habría pasado a disposición de la Fiscalía de Menores.

Al analizar la mercancía que traían los agentes se dieron cuenta que esa droga no pertenecía solo a una misma organización . Los fardos venían marcados como suele ocurrir, con inscripciones rotuladas en la tela de arpillería que envuelve la droga. Sin embargo, en esta ocasión, había diferentes nombres. No solo uno. Es decir, había paquetes con distintos dueños. Seguramente habían marcado cada uno de esos bultos con dichos nombres, como 'piloto' por ejemplo, para que una vez en la 'guardería' el transportista de cada organización se encargara de los suyos.

Además, una vez abierto cada paquete se podía observar como además de los fardos habituales de un kilogramo aproximadamente para la distribución al por mayor, el bulto se completaba con pequeñas capsulas o 'bellotas' ya preparadas y envasadas con su logotipo para la venta al por menor, concretamente de la conocida sustancia 'critical', que está muy cotizada en el mercado negro por su alto contenido en THC y consecuentemente con un precio más elevado.

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