Quince años sin Rocío Jurado, la ola inmortal de Chipiona

Fue el 1 de junio de 2006, cuando la llama de María del Rocío Trinidad Mohedano Jurado se apagó en su casa de La Moraleja (Madrid), al no poder superar un cáncer de páncreas que sufría desde hacía dos años. En sus 61 años de vida dejó un repertorio musical sin parangón . Copla, flamenco, bolero, nada se resistía a la espectacular voz de Rocío. ‘Si amanece’, ‘Como una ola’, ‘Lo siento mi amor’, ‘Señora’, ‘Como yo te amo’, ‘Ese hombre’, ‘Se nos rompió el amor’, ‘A que no te vas’, ‘Muera el amor’ o ‘Vibro’ son algunos de los éxitos de esta gaditana que, además, sorprenden, teniendo en cuenta que son de los años 70 y 80, por lo atrevido de sus letras, en muchos casos empoderando a la mujer, algo que ella también transmitía en sus actuaciones y en muchas facetas de su vida.

El arte de Rocío Jurado no tuvo fronteras y traspasa el tiempo. «Yo la escuchaba a ella y a Manolo Escobar en Rumanía» , declara a este periódico Cristian, mientras hace una foto al mausoleo de la cantante, en el cementerio de SanJosé de Chipiona, donde descansan sus restos morales. Vanesa, la pareja de Cristian, es manchega y cuenta que cuando él le contó que le gustaba la música de Rocío Jurado, para ella fue «una alegría y un orgullo». Ambos han venido acompañados de su hijo, Alexander, desde Roquetas de Mar, donde residen, para visitar el lugar natal y la tumba de la cantante. Detallan que es la primera vez que vienen a Cádiz y que les ha sorprendido mucho la zona de la Costa Noroeste, que están recorriendo. Vanesa , que se declara fan de Mónica Naranjo, habla emocionada de Rocío Jurado, y destaca las similitudes entre ambas cantantes. «Su personalidad, lo que ella le ha dado a copla, a la música, es tanto lo que le debemos», declara Vanesa.

Y es que, ‘la más grande’ es también un fuerte reclamo turístico para Chipiona. Antes de la pandemia, explican a este periódico los trabajadores del cementerio de San José, «venían tres autobuses diarios» para visitar la tumba de Rocío Jurado . Si bien es cierto que con el confinamiento y las restricciones de movilidad, esa afluencia de público se frenó en seco, ahora está volviendo a suceder, poco a poco, a cuenta gotas cada vez mayor y más constante, los turistas vuelven a acudir al camposanto chipionero para ver el impresionante mausoleo y tener un recuerdo hacia la cantante.

Todos los años, el 1 de junio este recuerdo se vuelve más fuerte. «Suele venir gente. Familiares y amigos, sobre todo y, si hay cámaras, más» , cuentan los trabajadores del cementerio.

También cada primero de junio Rocío Carrasco, heredera universal de su madre , manda un centro de flores con forma de corazón que reposa sobre la tumba. «También manda flores Ortega Cano», el torero que fue el último marido de Rocío Jurado, detallan a este periódico en la tienda de souvenirs ‘El Clavel’, situada en la calle paralela al cementerio. Allí, entre imanes y platos con la cara de la cantante, cuentan que es complicado vender cosas de ella, ya que la hija tiene los derechos de autor. Por otro lado, mucha gente acude para presentar sus respetos a la cantante durante todo el año, «no especialmente el día del aniversario de la muerte».

Salimos de la tienda no sin antes echar un vistazo a un vinilo de Rocío Jurado y al libro ‘Canta, Rocío, canta’, homenaje escrito que le ha dedicado la periodista chipionera Marina Bernal, publicado hace un par de años. Y nos dirigimos al monumento a Rocío Jurado , que se yergue fastuoso al final de la avenida del mismo nombre, frente al muelle de Chipiona.

«Cuando pasó (el funeral de Rocío Jurado, al día siguiente a su fallecimiento) todo el pueblo salió a la calle. Aquí no se cabía, vinieron autobuses con gente de toda España», recuerda una chipionera. « Su ataúd lo llevaban los mismos costaleros de la Virgen de Regla (de la que la cantante era devota) e hizo prácticamente el mismo recorrido que la Virgen cuando sale en procesión (el día 8 de septiembre), desde el Santuario, pasando por su casa y después, desviándose hasta llegar al cementerio».

¿Cómo era Rocio?, preguntamos a su paisana. «Una persona muy llana y amable, muy querida por el pueblo. Siempre, todo el mundo hablaba y habla muy bien de ella. Cuando venía se ponía su chándal y sus tacones (la recuerdo con un chándal rosa muy llamativo y unos zapatos de tacón) e iba a comprar churros, a las tiendas, a comer a los bares del pueblo . Hablaba con toda la gente. A pesar de su fama no se lo tenía creído en absoluto, al contrario», narra.

Rocío es mucho más que una cantante para sus paisanos. « Es un referente internacional , la voz del milenio, toda su obra ha sido magnífica», afirma a este periódico el alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, al tiempo que destaca el cariño mutuo entre el pueblo y la cantante, reflejado en su última voluntad de descansar en el cementerio de la localidad, junto a sus padres.

Detalla el alcalde que, desde el Ayuntamiento, se le quería hacer un homenaje en el 15 aniversario de su fallecimiento, pero la pandemia ha trastocado los planes. «Por la concentración de personas, porque pensábamos hacerle algo grande, como era ella, poniendo unas carpas y una exposición», detalla. No obstante, el día 1 de junio la corporación municipal realizará una entrega de flores tanto en el monumento como en el mausoleo de Rocío Jurado.

Ahora, las miradas están puestas en el museo dedicado a la cantante. Una obra que lleva años realizándose y que algunos chipioneros ponen en duda que salga finalmente adelante. No obstante, el alcalde asegura que puede ser que abra sus puertas antes de que finalice el año. «Ya se está preparando para la apertura », afirma, y detalla que, en este momento, se están realizando pasos administrativos que quedan pendientes, así como la obra del bar y del restaurante y la contratación de la informática y la parte museográfica de la sala. «Nos hubiera gustado tenerlo para este verano, pero no ha sido posible debido a la pandemia», señala Aparcero. Un museo que, junto al monumento, el mausoleo y la casa de Rocío Jurado, formará parte de la ruta turística que le dedicará su pueblo a la chipionera más universal.