El ministro de Exteriores de Turquía, Abdullah Gul, habla con el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana, durante la reunión del Consejo de ministros. / EFE
problemas con chipre

Turquía cierra el primer capítulo en las negociaciones de adhesión a la UE

El país candidato sigue negándose a permitir a barcos y aviones chipriotas utilizar sus puertos y aeropuertos

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Turquía cerró ayer el primer capítulo en las negociaciones de adhesión a la Unión Europea (UE), pero recibió una advertencia de que todo el proceso depende de que cumpla sus obligaciones con Chipre, un Estado miembro al que no reconoce.

El capítulo sobre Ciencia y Tecnología fue abierto y cerrado ayer en Luxemburgo, al ser el más fácil de los 35 que se deben negociar, aunque Chipre estuvo a punto de boicotear el acuerdo. La ministra de Asuntos Exteriores austríaca, Ursula Plassnik, dijo en una rueda de prensa, a la que asistió su colega turco, Abdulá Gul, que las dificultades registradas no fueron una sorpresa, sino un "aviso".

Plassnik, cuyo país preside este semestre la UE, pronosticó más problemas en el futuro, debido al "desencanto", porque Turquía no ha puesto plenamente en práctica el protocolo adicional que amplía el acuerdo aduanero de Ankara a los diez nuevos Estados miembros de la UE, entre ellos Chipre. Turquía no mantiene relaciones con Chipre desde 1974, cuando tropas turcas invadieron el norte de la isla para evitar su anexión a Grecia.

El ministro chipriota, George Iacovou, afirmó que su país da como último plazo el próximo octubre a Turquía para poner en práctica el protocolo adicional, que Turquía firmó en julio pasado para poder abrir las negociaciones con la UE el pasado 3 de octubre. Sin embargo, Ankara aún no ha ratificado el acuerdo y sigue negándose a permitir a barcos y aviones chipriotas utilizar sus puertos y aeropuertos.

Por su parte, Gul dijo que "las relaciones entre la UE y Turquía no deben estar innecesariamente envenenadas por la cuestión chipriota", que, según reconoció, "tiene un efecto negativo". El ministro acusó a Nicosia de utilizar la solidaridad que obliga a los Veinticinco Estados miembros de la UE en su provecho, y dijo que debería "recibir una advertencia".

Además, recordó que los greco-chipriotas fueron los que rechazaron en un referéndum, en el 2004, el plan de reunificación de la isla propuesto por la ONU, y afirmó que, "por ello (Chipre), no debería haber sido admitida en la UE". El voto de los greco-chipriotas impidió que la parte turca de la isla pudiera ingresar en la Unión.

Croacia, sin problemas

La UE incluyó ayer en el preámbulo del capítulo sobre Ciencia e Investigación una cláusula, según la cual, "la incapacidad (turca) de cumplir con sus obligaciones plenamente, afectará el progreso global de las negociaciones", que se prevé duren al menos otros diez años.

Por su parte, el comisario europeo para la Ampliación, Olli Rehn, declaró, en la rueda de prensa, que el avance de las negociaciones dependerá del cumplimiento de los criterios políticos de Copenhague y del protocolo adicional de Ankara, que serán revisados por el Ejecutivo comunitario en octubre o noviembre próximos.

Rehn también expresó su inquietud hoy por el estado de la libertad de expresión y religiosa en Turquía, y por la situación de violencia en el sudeste del país. El comisario señaló que "hoy se evitó (en metáfora) un choque de trenes, y se hicieron progresos", y apeló a Chipre y Ankara a resolver sus diferencias. "No debemos centrarnos en las injusticias del pasado, sino en las soluciones del futuro", declaró.

El tira y afloja de ayer entre Chipre y Turquía contrastó con la facilidad con la que Croacia abrió y cerró horas antes el mismo capítulo sobre Ciencia y Tecnología en Luxemburgo, en una sesión a la que asistió la ministra croata de Asuntos Exteriores, Kolinda Grabar-Kitarovic.