CÁDIZ

El trabajo de un policía en Cádiz, entre puntales y martillazos

Las obras en la Comisaría Provincial han obligado a apuntalar todo el edificio, lo que está provocando molestias e inseguridad a agentes y ciudadanos

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«Así no se puede trabajar». Desde el sindicato de la Unión Federal de la Policía (UFP), su secretario regional de Andalucía, David Montes, se muestra tajante ante la «lamentable y caótica» situación en la que los agentes de Cádiz se están viendo obligados a trabajar desde que se iniciaron las obras de reforma del edificio hace más de tres meses. Porque si ya eran molestos los martillazos y el trasiego inicial, en los últimos días la situación ha ido a más después de que se hayan apuntalado todas las plantas para reforzar la seguridad una vez que se ha retirado todo el enfoscado de la fachada para prevenir posibles daños estructurales.

Desde entonces los agentes realizan su trabajo «como pueden» ya que las obras no les permiten por ejemplo poder acceder con normalidad a sus oficinas, trabajar en sus ordenadores y disponer de los archivos cuando lo precisan.

Además, aseguran que los trabajos están también ocasionando molestias a los ciudadanos que acuden a la Comisaría Provincial a poner denuncias o a cualquier otro trámite. «A veces con el ruido que hay ni siquiera podemos atenderles en condiciones», lamentan. Y advierten que así «no hay forma de mantener los criterios de confidencialidad y privacidad que se exigen».

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«¡Esto es una Comisaría!»

«¡Estamos hablando de una Comisaría de Policía!», afirma Montes. «Y en estas condiciones es muy difícil poder desarrollar nuestra labor». Por tanto, desde la UFP ya han pedido que se busque una medida alternativa como el traslado de los agentes a otras dependencias mientras continúen los trabajos. En el sindicato temen que las obras se prolonguen más tiempo del previsto dado los daños que presenta el inmueble y todo lo que queda por hacer.

Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) también ha denunciado la situación que están padeciendo los agentes. «Las ventanas de la parte trasera de la Comisaría se han retirado, encontrándose el interior del edificio expuesto a las inclemencias del tiempo, así como los enseres de dichas dependencias. Los funcionarios y parte del mobiliario se han reubicado en los despachos que dan a la Avenida, provocando el hacinamiento por el poco espacio, agravado por el intenso ruido y polvo procedente de la obra», lamentan.

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Por este motivo, este martes representantes del SUP tramitaban un escrito al Comisario Jefe Provincial, solicitando que se clausuren las dependencias afectadas, tanto para el uso policial como de los ciudadanos, impidiéndose el acceso a cualquier persona ajena a la obra, hasta que ésta acabe.

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