El dueño del bar Grimaldi declara como investigado en los juzgados

El juez del Juzgado de Instrucción número dos de Cádiz ha citado para el próximo jueves día 21 al propietario del bar Grimaldi de Cádiz para tomarle declaración como investigado por un presunto delito contra la salud pública. El juez López Marchena continúa así con la instrucción sobre el caso de intoxicación masiva por salmonela que afectó a 112 personas el pasado Carnaval. Los interrogatorios y el resto de pruebas ayudarán al juez a determinar si en este caso se cometió dicho delito penal.

De momento, la investigación sigue bajo secreto sumarial. Según fuentes judiciales, ya se ha tomado también declaración a otros testigos como los técnicos de Sanidad de la Junta de Andalucía que realizaron el informe administrativo sobre el estado del bar, situado en las inmediaciones del Mercado, donde se vendieron las tortillas que causaron la intoxicación de más de 100 personas coincidiendo con el Carnaval en la capital gaditana y el fallecimiento de un joven de San Fernando.

Además, el juez cuenta también con el informe policial que se hizo sobre el asunto después de que los agentes de la UDEV tomaran declaración durante dos semanas a trabajadores, testigos y afectados. También tendrán que aportar su testimonio ante el juez los forenses que le trasladarán los resultados de la autopsia practicada a la única víctima mortal. La defensa de la familia del joven fallecido ha aportado a la causa nuevas pruebas con el objeto de demostrar que fue la ingesta de un bocadillo de tortilla lo que le provocó la muerte y no patologías previas.

Afectados de varias provincias

El Juzgado de Instrucción número dos abrió la investigación tras conocerse el gran número de personas que habían resultado afectadas tanto de Andalucía (Cádiz, Sevilla, Málaga, Granada y Jaén) como del resto de España. Sólo la Unión de Consumidores, personados en la causa, representa a más de una veintena de ellos.

Según la delegación de Salud, la pésima manipulación y conservación del producto fue el motivo de este brote masivo. Como explicó entonces el responsable del área en una rueda de prensa, la tortilla estaba «altamente contaminada por su manipulación e higiene». Las pruebas también revelaron que dos de los manipuladores del establecimiento eran portadores de ‘Salmonela Enteritidis’, que es la misma cepa bacteriana que se encontró en las heces de todos los pacientes. El delegado precisó que «eran portadores, no estaban contagiados», con lo que, según sus análisis, fue una incorrecta elaboración del producto la que terminó por desencadenar ese elevado contagio.

A este respecto, el propietario del establecimiento explicaba recientemente a este medio que todo tuvo que tratarse de un «error» porque siempre habían mantenido de manera escrupulosa las condiciones higiénicas en su negocio y había pasado todas las inspecciones. Tras tres meses del cierre del establecimiento, el Bar Grimaldi abría de nuevo sus puertas el pasado mes de junio.