El detenido por amenazar con un cuchillo por la calle en Cádiz queda en libertad

Agentes de la Policía Local de Cádiz detenían la tarde de este pasado miércoles a Julián Z. J., de 48 años, acusado de amenazar a varias personas por la calle y a algunos comerciantes de la zona con un cuchillo de cocina y una picota de albañilería.

La alarma saltó en la Avenida de Andalucía cuando los agentes recibieron varias llamadas que alertaban que habían visto a un individuo armado con un cuchillo de grandes dimensiones por la calle intimidando a los que se cruzaban con él. Según los testigos, había intentado robar en, al menos, un comercio próximo.

Los agentes se desplazaron de inmediato al lugar y se desplegaron para localizarlo ya que, como les apuntaron los testigos, el presunto delincuente, había huido corriendo hacia la avenida Juan Carlos I.

De esta forma, la colaboración ciudadana facilitó que una dotación diera con él al poco tiempo en las proximidades. Al percatarse de la presencia policial, Julián Z. J. guardó deprisa el cuchillo en una mochila, aunque, al verse atrapado, sí se enfrentó y arremetió contra los agentes, propinándoles golpes, por lo que los policías locales tuvieron que reducirlo y detenerlo, ofreciendo éste «gran resistencia en todo momento».

Según fuentes municipales, tras el arresto los policías constataron que esta persona había amenazado con una picota a clientes y a un empleado de un establecimiento ubicado en la Avenida de Portugal. Incluso, este trabajador llegó a forcejear con él, logrando arrebatarle la herramienta y resultando herido con lesiones en los brazos. También sufrió amenazas un empleado de un bar cercano.

Importante historial delictivo

Julián Z. J. es un viejo conocido de la Policía ya que acumula numerosos antecedentes de diversa gravedad. En 2003 se produjo su primera detención por un delito contra la salud pública. Su historial continuó al año próximo por amenazas, lesiones, robo con violencia e intimidación, delito este último que repitió en 2007.

Cuatro años más tarde se le acusó de receptación y en 2012 se le imputó su delito más grave: tentativa de homicidio después de que en octubre de ese año, tras protagonizar una pelea en un bar de la capital con heridos, acudiera a rendir cuentas al hospital Puerta del Mar y apuñalara en dos ocasiones en el abdomen a uno de los implicados. Su currículum no acabó entonces tampoco, ya que en 2013 volvió a caer por un robo con violencia.

El de este miércoles ha sido por tanto su último arresto acusado de amenazas y atentado contra la autoridad. Tras pasar a disposición judicial, ha quedado en libertad con cargos a la espera de juicio.