CÁDIZ | I PREMIO JOSÉ PÉREZ-LLORCA
«Costó mucho trabajo llegar a la Constitución, sería un error histórico lapidarla»
Cádiz se convierte en un escenario de referencia y defensa de la Carta Magna en la entrega del I Premio Pérez Llorca a los dos padres fundadores que siguen vivos, Miquel Roca y Miguel Herrero
Los galardonados ensalzan en unos discursos directos y sin fisuras los «valores democráticos» y piden «compromiso» para que no se pierdan
La Constitución elevada a su enésima potencia. El escenario, los protagonistas, la referencia, el sentido del reconocimiento... todo dirigido hacia un mismo foco: La Constitución y su valor democrático como resultado de la lucha de derechos donde el interés común está por encima del particular. Una batalla librada y supuestamente ganada y que este viernes se personificaba en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz de nuevo. Justo ahí. Donde se batalló y firmó 'la primera', la de 1812. Cuando también ganó la libertad.
El Colegio de Abogados de Cádiz escogía este histórico y emblemático espacio para entregar su primer premio José Pedro Pérez-Llorca, un galardón dedicado al padre fundador gaditano de la Carta del 78, y con el que se quiere reconocer a aquellas personas o instituciones «que defienden los valores constitucionales», como recordó el presidente del colegio, Pascual Valiente, al inicio del acto.
«Tenemos una deuda de gratitud hacia quienes nos precedieron e hicieron posible la unión de todos», valoró. «La Constitución es el mejor ejemplo de libertad y pluralidad política que existe», una «extraordinaria obra», elaborada por «extraordinarios juristas que demostraron que el Derecho con mayúsculas no se puede utilizar para dividir o enfrentar a pesar de que podían tener diferencias».
Junto al atril, atentos a cada palabra, entre el orgullo, la emoción y la gratitud, Miquel Roca i Junyet y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, dos de los siete padres fundadores que continúan vivos y a los que se les rendía homenaje y reconocimientos, «cimientos de la actual democracia».
Ante la presencia del nuevo ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, y del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Lorenzo del Río, ambos recogían el galardón ante los sonoros y largos aplausos de un público que recibió con admiración las palabras de estos dos insignes personajes de la historia de España.
Miquel Roca, abogado actualmente en ejercicio, llegó incluso a emocionarse al referirse a su «amigo, compañero, gran jurista», Pérez Llorca. «Jamás he recibido una distinción más importante que esta porque justamente se ampara en su nombre», afirmó conteniendo las lágrimas. «Habéis hecho un acto de justicia con este premio por él. Por eso yo me comprometo a no alimentar sus temores. Quiero que José Pedro descanse en paz sabiendo que su legado va a defenderse».
Roca además dijo sentirse muy agradecido por el galardón por otros dos motivos. En primer lugar por el escenario. «Aquí empezó la historia de España contemporánea, la España de la libertad, se dio vida al libre pensamiento». Y otra segunda, por recibirlo de «mis compañeros, nadie mejor que ellos para saber lo importante que es el amparo de la Constitución».
Miguel Herrero también valoró la amplitud del premio. «Nos lo dais a nosotros pero en realidad no es solo para la Constitución de 1978 sino para la Transición entera, que fue obra de toda una generación». Y habló muy claro: «Pusieron toda la carne en el asador en unos tiempos además en los que no se entraba en política para salir del paro, tenían una formación académica excelente, pero sin embargo lo dejaron y pusieron toda su energía para continuar con otra empresa: la historia de España».
En este punto, Herrero y Rodríguez de Miñón volvió a insistir a la victoria sobre las discrepancias. «Podían tener diferencias pero a pesar de ello lograron acordar y consensuar muchas cosas que ahora disfrutamos. Costó trabajo conseguirlo y cuesta trabajo mantenerlo. Sería un error histórico lapidar todo eso».
Y justo refiriéndose a su amigo gaditano, confesó un detalle porque ellos mismos fueron ejemplo de esos encuentros y desencuentros. «Tuve tantas ocasiones de pelearme con él... sin embargo cuando se fue, se cerró una página de mi propia vida».
Noticias relacionadas
