Un Museo del Carnaval de Cádiz con nobles cimientos

En un inesperado giro, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz compuesto por Por Cádiz sí se puede y Ganar Cádiz en Común ha decidido que el Museo del Carnaval no se construirá en la plaza de la Reina. A pesar de las vicisitudes por las que ha pasado este proyecto, del dinero que en su día se invirtió en derribar el antiguo IES La Viña y en comprar terreno al Club Náutico para construir una nuevo centro educativo que absorbiera la oferta de plazas del anterior, del gasto que supuso la elección por concurso de un diseño ajustado a las necesidades del proyecto y a las características del espacio, del trámite burocrático necesario para cambiar el PGOU para llevar el proyecto a la plaza Guerra Jiménez y de la dificultad para redactar un convenio con la Junta de Andalucía para recuperar la titularidad de la plaza de la Reina y devolver allí el proyecto museístico, a día de hoy la ciudad se encuentra de nuevo ante un escenario en el que no valen los esfuerzos anteriores y se quiere empezar de cero con un proyecto tan necesario como reclamado.

El alcalde de la ciudad, José María González, ha dicho esta semana que el Museo del Carnaval es una prioridad para su equipo de Gobierno. Eso sí, no hay un concepto claro sobre el mismo ni se sabe donde se ubicará. Sí que su sitio no será la plaza de la Reina, en pleno corazón del barrio carnavalero por excelencia, el de La Viña. Allí se va a promover un espacio libre, de esparcimiento para los vecinos, con unos juegos infantiles que ya están instalados.

La idea municipal es reciclar alguno de los inmuebles vacíos existentes en la ciudad para situar allí el equipamiento. No va a ser fácil, no hay muchos edificios, la mayoría casas palacio, que se puedan adaptar a las necesidades de un espacio como el proyectado, al menos entre los que son de propiedad municipal. Eso implica que será necesaria la colaboración de otras administraciones para conseguir el lugar idóneo.

LA VOZ ha podido saber que el Gobierno municipal estaría barajando dos opciones por encima de cualquier otra. La primera, que se antoja ideal para dar cumplimiento a sus planes, es la de ubicar el museo en otro museo, actualmente con muy poco uso y donde en su momento se hizo una gran inversión que hasta el momento no ha sido amortizada: la Casa Pinillos.

Esta posibilidad solo sería posible si el Ayuntamiento logra un compromiso de cesión o colaboración por parte de la Junta de Andalucía. Hay que recordar que la Administración autonómica se desmarcó del proyecto a pesar de ser uno de los patronos de la Fundación Casa-Museo del Carnaval por considerar que su aportación del suelo de la plaza de la Reina para levantar el nuevo edificio, que valoraba en unos cuatro millones de euros, era más que suficiente.

No parece sencillo que la Junta esté dispuesta a entregar al Ayuntamiento este edificio (es impensable que el Consistorio pudiera pagar por él) que en 2004 fue legado por Carmen Martínez de Pinillos y Toro al Estado para la ampliación del Museo Provincial. En 2009 comenzó la rehabilitación de la casa que atesora un gran valor patrimonial, siendo uno de los mejores ejemplos de casa de la burguesía gaditana de principios del siglo XVIII.

El Ministerio de Cultura invirtió 2,5 millones de euros en su rehabilitación y adecuación como espacio museístico, poniendo a disposición de la ciudad 1.600 metros cuadrados de superficie útil. Fue inaugurada en septiembre de 2011 y es la Junta de Andalucía la que tiene transferida su gestión.

En caso de que las negociaciones entre ambas administraciones llegaran a buen puerto, desde el Ayuntamiento se manifiesta la voluntad de comenzar con la adecuación museística de inmediato.

Pero sabiendo que esa opción es, a priori, bastante complicada, el Consistorio se guarda una segunda opción que también gusta, especialmente por su ubicación, más próxima al barrio de La Viña y al Mercado Central, que son los dos grandes puntos de referencia para los carnavaleros. Además, completaría uno de los enclaves de referencia para el turismo y la cultura de la ciudad, al situarse junto a espacios como la Torre Tavira, el Teatro de Títeres de la Tía Norica y el Yacimiento Gadir. Se trata de la Casa Palacio de los Marqueses de Recaño, que hasta hace unos años albergara el Conservatorio de Música y que acoge la más famosa torre mirador de Cádiz. En principio, y según los planes del anterior equipo de Gobierno, está previsto que a este inmueble se traslade el Archivo Histórico Municipal.

La finca, que fue vivienda de un cargador de Indias, tiene el máximo grado de protección patrimonial y dispone de más de 2.000 metros cuadrados de superficie. Ya el PSOE propuso en el anterior mandato este espacio como sede del Museo del Carnaval, pero esta posibilidad fue denegada de forma tajante por el equipo de Gobierno del PP, ya que el alto grado de protección del inmueble limita al máximo las posibilidades de actuación en su interior, por lo que difícilmente se podrían adaptar a las necesidades de un espacio expositivo de esas características.

No obstante, los nuevos responsables municipales creen que la casa se podría adaptar a este nuevo uso. Y es más, al haber sido sede del Conservatorio, incluso cuenta con salas que fueron utilizadas como aulas y que se podrían usar como espacios para que ensayen las agrupaciones, al contar incluso con las instalaciones para colocar equipos de sonido.

Esta opción contaría con la ventaja de que, al tener que modificarse su uso previsto en el Plan General de Ordenación Urbana, es seguro que contaría con el imprescindible respaldo del PSOE, ya que ellos mismos apostaban por este espacio para ubicar el Museo.

En estos momentos los problemas derivados de la distribución de espacios son considerados secundarios, puesto que no está del todo definido qué Museo del Carnaval es el que se va a desarrollar. José María González hablaba hace unos días de la necesidad de decidir si la ciudad quiere un museo de consumo interno o si lo que se quiere es dar una proyección internacional a la fiesta, con este equipamiento como pieza clave en esa labor de difusión. Por tanto, el plan museístico está aun abierto, sus líneas maestras están por definir y si se cuenta con el espacio que lo albergará casi cualquier idea podría adaptarse.

Eso sí, no hay que pasar por alto que si se quiere hacer un museo al nivel esperado será necesaria una importante inversión y la situación económica del Ayuntamiento de Cádiz puede tirar por la borda cualquier nuevo plan.