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Del piquete al no puedo hacer nada

El Ayuntamiento dilata la solución a una mujer sobre la que planea un desahucio

la voz
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Eugenia María Cano al fin ha podido pagar el recibo de la luz que debía desde hacía algunos días y lo ha hecho gracias a la ayuda de su familia. Ayer mismo cumplía con este trámite para evitar que se la corten mientras le sigue dando vueltas a los papeles y a la espera de una solución que no le llega. Hace días que esta gaditana viene contando su historia en varios medios locales. Con 33 años y un hijo de tres que sacar adelante, vive de alquiler en uno de los pisos de Benjumeda, 35, la misma finca ante la que cuatro concejales de Por Cádiz sí se Puede hicieron un piquete para evitar que se ejecutara el desalojo de una familia.

De aquello han pasado apenas tres meses, los mismos que hace que Eugenia María no paga el alquiler, pero ningún miembro del equipo de Gobierno hace referencia pública a su caso. Ni siquiera para explicar la situación. Cuenta ella misma en la prensa que ya ha recibido un aviso de desalojo y ha recurrido a los Servicios Sociales para pedir ayuda, pero el trámite es mucho más complicado de lo que parece. La ‘solución habitacional’ para esta gaditana, por seguir con el mismo término que repetían los ediles de Por Cádiz sí se Puede cuando se referían al matrimonio que fue desalojado, se ha topado con una traba burocrática que mantiene el asunto en el limbo. Al parecer, a los servicios municipales les consta que recibió una ayuda alimenticia en 2013 y que no ha justificado, una situación que ella niega y dice haber formalizado en su momento.

De una forma u otra, Eugenia María ve pasar los días y piensa en el doloroso trance de sus vecinos, que tuvieron que abandonar su hogar con todas las pertenencias a cuestas a pesar del intento infructuoso de los ediles. Entonces el resto de administraciones advirtieron de la importancia de actuar cuanto antes. También lo hicieron sobre el flaco favor que hacen las puestas en escena cuando luego hay que sentarse a negociar con propietarios o entidades bancarias. Poco después vinieron los anuncios de una oficina municipal antidesahucios de la que aún no hay noticia y el compromiso de que ningún vecino perdería su hogar.

La afectada admite haber sido recibida por la concejal de Vivienda, Eva Tubío, que le ha asegurado que le darán apoyo. Sin embargo, a día de hoy aún no tiene ninguna solución sobre la mesa y Asuntos Sociales le sigue requiriendo esa justificación que, según indica, ya presentó en su momento con facturas de alimentación, recibos de luz e hipoteca.

La inquilina ha pedido una ayuda de alquiler para seguir haciéndole frente a la renta y evitar el proceso judicial hasta que tenga medios para continuar por sí sola. Ya cuenta con un aviso y está convencida de que lo siguiente será una notificación del juzgado. En esas andaba ayer cuando un desafortunado accidente le ha obligado a ingresar en el hospital, donde permanecerá durante algunos días. Ahora se recupera con la preocupación de que la salida llegue cuando ya sea demasiado tarde sin que pueda hacer nada más.

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