EL APUNTE

Ruina con menos de un siglo

¿Cómo es posible que edificios como la Escuela de Náutica, con menos de 50 años, sean irreparables para aquellos que deberían velar por su mantenimiento?

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Escuela de Náutica es una niña a la que le quedan años para alcanzar la adolescencia si se compara, por tiempo de vida, con otros edificios protegidos de la ciudad. Tan sólo han discurrido 43 años desde que Luis Laorga lo concibiera. Casi medio siglo después, dice una colega arquitecta que el inmueble que mira al mar es irrecuperable salvo que se quiera invertir más dinero del que costaría levantar un edificio nuevo. Llama la atención cómo un inmueble que debió nacer con vocación de permanecer en el tiempo, por su función educativa y su condición de inmueble público, sea insostenible su mantenimiento cuando no ha llegado a la ‘pubertad’ histórica.

A esta ciudad le debe pasar algo grave para que sus joyas se vayan desprendiendo de su fachada con tanta facilidad. A esa Administración andaluza, que ahora quiere derribar esa escuela y que también tiene planes similares para el Olivillo, habrá que preguntarle si a lo largo de este tiempo no pudo impedir que el deterioro se colara de forma irremediable por sus muros; o cómo denuncian arquitectos de reconocido prestigio de la ciudad, eso de la ruina es bastante cuestionable y no vaya a ser que detrás de todo esto lo que existan son otros intereses menos ‘artísticos’.

Lo que nuevamente queda en evidencia con estas decisiones que nacen en la plaza de España o, quizás más allá de El Cuervo, es que esta ciudad estará eternamente castigada por estar regida por un partido distinto al que lleva décadas ocupando los sillones de la Junta. Los vecinos, los intereses generales y el trabajo a favor de los gaditanos siempre queda en un segundo plano cuando se trata de ponerle trabas al oponente.

Esa situación ha ido debilitando a una Gades que pierde influencia poco a poco. El último episodio lo tenemos muy presente, con el proyecto de Zona Franca en Sevilla. Tanto PSOE como PP barajaron la idea y al final han sido los populares los que tiran para delante. Cádiz, la olvidada, no tiene quien le lama sus heridas.