BALONCESTO

Debut de oro en Croacia

La gaditana Begoña García conquista el Europeo sub 18 de baloncesto, al que ha acudido como segunda entrenadora de la selección española

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Las cosas no han podido salir mejor. Recién llegada de Croacia, Begoña García se ha mostrado enormemente feliz. Debutaba este año. Se sentaba por primera vez en un banquillo y lo hacía con la selección femenina sub 18 y nada menos que en un Europeo. Su estreno ha sido de diez. «Ha sido genial. Una experiencia muy buena que no voy a olvidar», reconoce Begoña. La exbase internacional se retiró de las canchas el año pasado pero desde entonces se ha mantenido unida a un deporte que es su vida. «Me llamaron de la federación para ir con la sub 16, pero luego me volvieron a llamar para que fuera con las de la sub 18. Nos concentramos hace un mes y medio y después nos fuimos a Croacia».

El oro conquistado por España deja claro el nivel que hay actualmente. «La federación española trabaja muy bien con las categorías de base, invierte el dinero y sigue al jugador», afirma Begoña. «Nosotros estamos un paso por encima de todos, menos francia que está un poco mejor». La gaditana sólo tiene buenas palabras para el grupo que ha conquistado el oro. «Son niñas de un talento muy grande que lo demuestran dentro y fuera de la pista». Y a la hora de describir su tarea en el banquillo tiene claro que «yo aún pienso más como una jugadora y puedo anticiparme más mentalmente a lo que ellas piensan. Pero se pasa peor, muy mal cuando ves lo que está pasando en la pista y no puedes actuar. Yo además, cuando jugaba, desde mi posición de base podía controlar muchas cosas pero claro desde el banco es imposible».

Begoña ha triunfado en su carrera deportiva. Pasó por las mejores ligas, incluida la WNBA (NBA femenina) y participó en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Sabe muy bien lo que es competir y conseguir triunfos. Acaba de probar el sabor de la victoria como técnico. «Ha sido algo que no me podía imaginar que terminaría así de bien y la verdad es que ha sido para mí inolvidable. No pensé que me fuera a volver ilusionar tanto con el baloncesto». Descansa en Cádiz, con su familia, después días de intensa actividad en los que reconoce que apenas ha dormido. «Ahora toca disfrutar del éxito y luego lo que venga ya vendrá». Una pausa merecida y siempre necesaria.