Silencio

Gaucci ha impuesto la ley del silencio en el Cádiz. Nadie habla de forma pública para no desobedecer las órdenes del jefe, el que se mueve no sale en la foto. Y en esas estamos, ávidos de información, con una sensación que comienza a preocupar cada vez un poquito más. Es cierto que esta planificación no se parece a la de la temporada pasada, porque a diferencia de aquella este año se está trabajando con tiempo y ya se han cerrado varios jugadores. Pero nada puede ver la luz hasta que los concursales no obtengan de forma clara los acuerdos a los que Sinergy se comprometió a la hora de cerrar el presupuesto de esta temporada que comienza. La pelota está en el tejado del grupo que gestiona el Cádiz. Cuando esto se produzca, la normalidad volverá a reinar y los fichajes irán cayendo, primero en tromba y luego poco a poco. En esta espera el aficionado comienza a desesperar, a perder la poca ilusión que le podía quedar a diez días de que se inicie la campaña de abonados. O Gaucci y los suyos aceleran y presentan nombres de jugadores atractivos en la próxima comparecencia pública o el aficionado dará un paso al costado harto de esta zozobra en la que el club lleva instalado desde hace algún tiempo.

Otro de los puntos pendientes es el Trofeo Carranza. Los dirigentes se excusaron la temporada pasada en la falta de tiempo. Ahora con todo el del mundo por delante, parecen incapaces de cerrar un cartel de garantías. Se han ido cayendo equipos que podían parecer atractivos y las perspectivas no son las mejores.

Lo que está claro es que Gaucci va a tener que afinar mucho para volver a levantar el ánimo del personal. Este tiempo de silencio, unido al desastre de la pasada temporada, hace que muchos se desconecten y el riesgo es que no vuelvan