el apunte

Un despropósito cada vez mayor

Hace ya más de diez días que estalló el conflictode Brassica y la Junta aún no lo ha solucionado

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El conflicto de los comedores escolares en la provincia de Cádiz continúa abierto. Más de diez días después de que los transportistas de la empresa Brassica se pusieran en huelga, aún no se sabe cuándo podrán volver a comer en sus respectivos centros escolares los más de cinco mil niños afectados por este despropósito.

La Junta de Andalucía, responsable última de este asunto, tardó muchísimo tiempo en reaccionar pese a los numerosos ‘indicios’ que tenían sobre la mesa tanto la delegada de Educación en Cádiz como la consejeraen Sevilla. ‘Indicios’ tales como informes de varios centros comunicándoles los problemas que se venían dando en los comedores, desde alimentos caducados a disminución de la calidad y la cantidad de los alimentos. Sin embargo, hubo que esperar a que el problema le estallara en la cara para reaccionar.

Reacción que también está siendo cuando menos lenta, pues son ya casi dos semanas y los alumnos aún siguen sin poder comer en los colegios.

Para muchas familias se trata de un contratiempo importante en sus quehaceres diarios, toda vez que han de pedir ayuda para poder adaptarse a la nueva situación. Sin embargo no deja de ser un contratiempo frente al grave problema que se le ha presentado a los padres de los más de dos mil niños que dependen de los comedores para poder alimentarse en condciones. Son familias sin recursos que tienen subvencionado el comedor y que, al interrumpirse el servicio, se han encontrado con un auténtico problema.

Ni siquiera a ellos se les ha dado una solución provisional hasta que la Junta cierre la contratación de un nuevo proveedor que sustituya a Brassica. El despropósito es evidente. Y cada vez mayor a medida que van pasando los días con las mesas de los comedores escolares vacías.