Termina una de las mejores cumbres de la historia

«Cádiz ha supuesto el inicio de la nueva etapa de las relaciones iberoamericanas». Así lo ha dicho el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su comparecencia ante los medios para dar por clausurada la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Tanto el presidente español como el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, han coincidido en calificar de exitoso el resultado del encuentro.Y la mejor de prueba de ello es la importancia de los diferentes documentos que se han aprobado tras las sesiones de trabajo de los mandatarios iberoamericanos. Rajoy ha destacado entre ellos la Declaración de Cádiz, el Programa de Acción, que contiene las líneas generales de la futura cooperación iberoamericana o el mandato para que el expresidente chileno, Ricardo Lagos, elabore una serie de recomendaciones para el cambio de funcionamiento en estas cumbres.

Por encima de todo el presidente ha destacado dos decisiones concretas que se han acordado en Cádiz. Por un lado, la aprobación de la Carta iberoamericana de las Pymes, que tiene como objeto el fomento de la competitividad y la calidad, así como favorecer la implantación de estas pequeñas y medianas empresas en latinoamérica, "porque son claves para la creación de empleo".

Por otro lado, ha destacado la redacción de la Carta de Transparencia que mejorará la seguridad jurídica de las empresas a ambos lados del Atlántico.

Queda patente que la economía y la búsqueda de herramientas para ayudar a la zona Euro a superar la recesión, han estado en el centro de casi todas las conversaciones en la Cumbre de Cádiz.

En el acto de clausura, el Gobierno español ha entregado al de Panamá el testigo para organizar la próxima Cumbre Iberoamericana en su capital los días 18 y 19 de octubre de 2013. Será una cita, según ha avanzado el mandatario panameño, centrada en analizar el papel político y cultural de la comunidad iberoamericana en el nuevo orden mundial.