cumbre iberoamericana de jefes de estado

Cádiz vuelve a escribir la historia

Toda Iberoamérica mira desde hoy a la ciudad con motivo de la celebración de la XXII Cumbre de Jefes de Estado

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Todo el mundo, sobre todo el de habla hispana y portuguesa, amanece hoy con la vista puesta en Cádiz. Doscientos años después la ciudad vuelve a ser punto de encuentro entre naciones de los dos lados del Atlántico. Igual que entonces, 1812, Cádiz aspira a ser la capital política de Iberoamérica, el nombre que acompañe a las grandes decisiones que cambien las formas de relación, de cooperación, de solidaridad, de comunicación, de vida, al fin y al cabo de una comunidad formada por 600 millones de personas.

Han sido años de arduo trabajo para llegar a este día, 16 de noviembre, la fecha marcada en el calendario para el inicio de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno. Se han mimado los detalles para que todo esté en orden. El Estado, el Ayuntamiento de Cádiz y la Secretaría General Iberoamericana, cada uno en su ámbito, han apostado fuerte por dar a la cita la máxima relevancia a nivel diplomático y por vender la ciudad como un destino de altura.

La representación gubernamental, sin ser la esperada, con las bajas de los líderes de Argentina, Venezuela, Cuba, Paraguay, Guatemala y Uruguay, es mucho más importante que la que participó en la Cumbre anterior en Asunción. La diplomacia española ha hecho un gran esfuerzo porque así fuera. No obstante, los resultados del encuentro dependerán de la disposición de los participantes por alcanzar acuerdos prácticos, especialmente en lo que respecta a las políticas de desarrollo económico.

Más de dos mil personas, entre delegados acreditados por los 22 países participantes y periodistas de todo el mundo, trabajan desde ayer a destajo para llevar la Cumbre, y con ella el nombre de Cádiz, a todos los rincones del planeta. Pero es hoy cuando comienza la agenda oficial de actos. Desde las diez de la mañana el Palacio de Congresos y Exposiciones, auténtico centro neurálgico de la cita, acoge el ‘VIII Encuentro Empresarial Iberoamericano. El desarrollo empresarial iberoamericano en la nueva economía’, del que se esperan lograr acuerdos de importancia para el apoyo a las pequeñas y medianas empresas y se presentará el nuevo Acuerdo Marco de Arbitraje Iberoamericano.

Poco después, a las 11.30 horas, también en el Palacio de Congresos, se reunirán los ministros de Relaciones Exteriores. Se trata de un encuentro de vital importancia para el desarrollo del trabajo posterior, puesto que de la misma saldrá la propuesta que luego llegará a los jefes de Estado de lo que se ha denominado la ‘Declaración de Cádiz’ y el Plan de Acción, además de una serie de comunicaciones, todo con un fin claro, renovar las relaciones entre Latinoamérica y España y Portugal, con especial atención a las vías de cooperación que permitan la ayuda mutua para generar crecimiento económico y empleo y para la configuración de un nuevo orden mundial, dando más peso a los países emergentes.

Momentos esperados

Y ya por fin por la tarde llegarán los actos más esperados, los que contarán con la participación de los jefes de Estado y con los Reyes de España y los Príncipes de Asturias, junto con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, como anfitriones en la jornada más ‘gaditana’ de la Cumbre.

A las dos de la tarde el Rey y el presidente del Gobierno ofrecen un almuerzo en el Parador Atlántico al presidente de México. Luego, a las 18.00 horas, se producirá una de las imágenes más esperadas, la de los presidentes y ministros en el interior del Oratorio de San Felipe Neri. Allí realizarán una visita oficial en la que recibirán cumplida información del simbolismo de un templo que vio nacer la Constitución de 1812 y se tomará la primera foto de grupo.

De allí se desplazarán hasta otro escenario de excepción, el Gran Teatro Falla, donde se celebrará la inauguración oficial de la XXII Cumbre Iberoamericana. El Rey don Juan Carlos dará la bienvenida a los asistentes, para dar luego la palabra al secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, y al presidente español, Mariano Rajoy. Justo después de esta parte institucional del acto habrá una sorpresa de carácter cultural para los invitados que la organización se ha cuidado en no desvelar.

Por la noche se celebrará una gran cena oficial en el que el Rey y el presidente del Gobierno actuarán como anfitriones para el resto de jefes de Estado y ministros de Relaciones Exteriores y demás invitados especiales a la Cumbre. En este sentido hay que recordar que tendrán representación países como Haití, Marruecos, Francia, Italia, Holanda o Bélgica.

La jornada del sábado será la decisiva. Mañana los jefes de Estado se encerrarán todo el día en el Palacio de Congresos para debatir, reflexionar y decidir. Habrá también importantes reuniones bilaterales. Cuando a las seis de la tarde el presidente del Gobierno, acompañado por el presidente de Panamá, cuyo país acogerá la Cumbre en 2013, se dirija a los medios de comunicación ya se podrá hacer una primera valoración del alcance de la Cumbre de Cádiz.

Hace unos días la alcaldesa de la ciudad recordaba que lo que se celebra estos días en Cádiz no es una fiesta, sino una importantísima reunión de trabajo. Por eso los gaditanos no podrán participar en los actos. Tendrán que esperar a que la repercusión que la cita va a tener en todo el mundo revierta en forma de turistas e inversiones en los próximos años para valorar la Cumbre en su justa medida.