la última

El nuevo turismo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las playas se siguen llenando y la ocupación hotelera, de momento, mantiene unos niveles más que aceptables, no demasiado diferentes a los del año pasado. La realidad, sin embargo, es que la crisis también se está cebando con el sector turístico de esta provincia. Basta con fijarse con un poco de atención para comprobarlo.

Efectivamente, resulta complicado aparcar y encontrar sitio en buena parte de las playas gaditanas. Vamos, lo de siempre. Nada ha cambiado en ese sentido. Sucede que este año se ven más neveras. Las familias se llevan la comida para ahorrar. En caso de haber alquilado un apartamento, se van al mismo a primera hora de la tarde a comer. Ya se han encargado previamente de llenar la nevera correspondiente en el supermercado. O al hotel, donde previamente han contratado el régimen de pensión completa por la misma razón.

Las estancias vacacionales, además, se han acortado más que considerablemente. Muy lejos quedan ya las antaño habituales estancias de un mes. Aquello de alquilar un apartamento por un mes, como solían hacer muchos en el pasado, ha quedado reducido a una rareza, a no ser que, claro está, que la familia que llega a nuestra provincia tenga aquí una segunda residencia. Los alquileres de 15 días son igualmente un lujo que pocos se pueden permitir. Propietarios e inmobiliarias se ven obligados a alquilar por días si no quieren quedarse a dos velas.

También está lo de recurrir a la casa de un familiar o de un amigo en la costa. Tirar de visitas, en definitiva, que nos permitan quitarnos el ‘mono’ de playa sin gastar ni un euro en alojamiento. O el intercambio de vivienda vacacional, cada vez más de moda gracias a Internet. Proliferan incluso las web dedicadas exclusivamente a ello.

Y, por supuesto, nada de gastar demasiado. El único lujo, si acaso, comer un día en el chiringuito. Eso sí, con una paella para tres que se reparten entre cuatro. Nada de jamón ni marisco. Ni tan siquiera una fuente de pescaíto frito. Y los niños que se tomen el helado en el apartamento.

Cuentan en el sector que ahora mismo existe gran cantidad de alojamiento disponible para a partir de la semana que viene en cualquiera de los municipios costeros de nuestra provincia. Ojo, que estamos hablando de pleno mes de agosto, algo impensable hasta ahora. El turista tira cada vez de ofertas de última hora y, por lo tanto, espera hasta el último momento para reservar sus vacaciones, para tembleque de unos hoteles que se ven obligados a rebajar precios para no ‘comerse’ las habitaciones.

Es el nuevo turismo marcado por una crisis empeñada en pringarlo todo. Y el motor económico de esta provincia no es, desgraciadamente, ajeno a esa realidad.