El SUP defiende que la Policía intervino en Filosofía y Letras para evitar la agresión a un agente

Una semana después de que se produjera el enfrentamiento entre la Policía Nacional y los miembros del movimiento Valcárcel Recuperado, el pasado jueves 12, en el interior de la facultad de Filosofía y Letras, en el que acabaron tres agentes y al menos una joven heridos, el Sindicato Unificado de Policía ha querido salir al paso de las críticas por dicha intervención y ha defendido a los agentes antidisturbios que intervinieron.

Francisco Camacho, secretario provincial del sindicato policial, ha lamentado concretamente las palabras del decano de la facultad donde ocurrieron los hechos, que ayer jueves encabezó un acto de protesta ante el edificio universitario y criticó la actuación policial. Camacho reconoció que «es doloroso y triste decir que las palabras del decano no se ajustan a las realidad» y lamentó que el Cuerpo Nacional de Policía esté siendo sometido a un «linchamiento».

A falta aún de una explicación de lo ocurrido por parte de la Subdelegación del Gobierno, Camacho leyó en la rueda de prensa celebrada esta mañana un «informe» en el que se pormenoriza la versión policial de los hechos, y en el que acusa a los manifestantes de «increpar» y «agredir con empujones y patadas» a uno de los agentes que coordinaban la protección del juez Grande Marlaska en el interior. Ante esta supuesta agresión, el agente solicitó el apoyo del resto de policías que esperaban fuera de la facultad.

Según este informe, se dispusieron dos equipos de antidisturbios (UPR) formado por diez agentes a las puertas de la facultad, como parte del dispositivo de protección y escolta para el magistrado Fernando Grande-Marlaska, que intervenía en la Conferencia Diálogos por la Libertad, que el movimiento Valcárcel Recuperado interrumpió con pancartas.

El dispositivo especial se preparó, según Camacho, porque se supo de las intenciones de los activistas de acudir y se había detectado (indica el informe) que entre ellos había «integrantes de grupos ultra, como Brigadas Amarillas, Izquierda Anticapitalista y Anarquistas, desconociendo las verdaderas intenciones de estos grupos».

Sobre la autorización a entrar en la Facultad, Camacho recordó que el decano recibió a los jefes de la Brigada Judicial de Seguridad Ciudadana y de los antidisturbios antes del acto, y que se «ofreció para acompañar a los funcionarios al aula».

Pero, ¿por qué entraron los antidisturbios? A esto Camacho recuerda que durante el acto de protesta, un escolta de Grande Marlaska les advirtió del «desorde» en el interior del Aula Magna, pero se decidió no intervenir, a pesar que (según el informe) las personas iban «con actitud agresiva» y una mujer amenazó al juez.