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El Ayuntamiento recupera el objetivo de restringir el tráfico rodado en el centro

El planteamiento de instalar un lector de matrículas en Corredera tiene como fin reducir el flujo de vehículos en la zona

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El Ayuntamiento quiere tener listo su Plan de Movilidad para principios de año y para ello ya está manteniendo diversas reuniones –la última de ellas el pasado jueves, aunque fue aplazada– con los principales colectivos interesados. Como es sabido, la base de la que parten todas las actuaciones es un paquete de alternativas al tranvía, que ya rechazó formalmente la alcaldesa en un escrito dirigido a la Consejería de Gobernación de la Junta de Andalucía.

Teniendo en cuenta que una quinta parte de lo que cuesta el tranvía se podría destinar a una docena de actuaciones con 33 millones de euros de inversión, una de las apuestas que se hacen es la instalación de un lector de matrículas en la calle Corredera, una de las iniciativas de menor desembolso (700.000 euros) pero que supondría recuperar el objetivo de restringir el tráfico rodado en el centro de la ciudad.

De hecho, en el Plan de Movilidad presentado por la exalcaldesa Pilar Sánchez en 2008 ya se recogía como una de las medidas el blindaje a vehículos privados en el eje comprendido entre la Plaza de las Angustias, Corredera, plazas Esteve y Arenal y calle Santa María, por donde circulan a diario unos 4.500 vehículos. La propuesta consistía en «descongestionar esta zona mediante un sistema de lector de matrículas que contribuya a garantizar el uso peatonal y a reducir el flujo de vehículos en el itinerario».

El objetivo era permitir solamente la circulación a autobuses, taxis, residentes, usuarios de hoteles y de aparcamientos subterráneos.

Una actuación que quedó totalmente en ‘stand by’ mientras sí se ejecutaron otras como el primer tramo de los carriles bici, la nueva red de autobuses –sin demasiado éxito– o el sistema de información de plazas libres en aparcamientos subterráneos. No hay que olvidar tampoco el malestar que generó el cierre temporal de Honda al tráfico rodado.

La intención –junto a otras medidas por valor de 33 millones de euros– de instalar un lector de matrículas en Corredera, junto a otras once actuaciones, deja claro que se quiere retomar la idea de restringir la circulación de vehículos en buena parte del casco urbano.

El concejal del Plan de Movilidad, Agustín Muñoz, señala no obstante que ésta, como otras actuaciones, se encuentran en «fase embrionaria» y se tendrán que ir definiendo en sucesivas reuniones de la mesa de movilidad. Las opciones que se barajan son muchas, incluyendo la limitación del tráfico a ciertos días de la semana o incluso el pago de una tasa por circular por el centro –algo que ya planteó el Gobierno central hace varios meses–, aunque según Agustín Muñoz este escenario no es uno de los más probables. Entre otras razones, porque podría dar la sensación de que se trata de una medida recaudatoria, sin olvidar que los tiempos de crisis no son los más propicios.

Además, «de alguna manera se está gravando al usuario una vez que se limita el acceso». En cualquier caso, el concejal responsable del Plan de Movilidad insiste en que todo está por concretar. Lo que sí está claro en estos momentos es la apuesta del gobierno municipal por el peatón y el transporte público frente al dominio actual de los desplazamientos en vehículo privado dentro de un marco de sostenibilidad. Pero lo primero será «mentalizar al usuario», además de conseguir que el transporte público «sea atractivo», otra de las actuaciones que se están trabajando en la mesa de movilidad junto a colectivos como los taxistas, los comerciantes o los vecinos.

De hecho, esta actuación está directamente relacionada con la nueva terminal que se quiere poner en marcha en la plaza Esteve.

Se trata además de algo de lo que ya tienen conocimiento los colectivos interesados, como es el caso de la asociación de comerciantes Acoje. Su presidente, Fernando García, señala que todavía está por ver cómo se lleva a cabo la restricción del tráfico en el centro, algo que se irá definiendo en las sucesivas reuniones que vayan manteniendo.

«Se habla de que solo puedan pasar los residentes, transporte público, quienes vayan a entrar en el parking subterráneo... mediante un sistema de lectura de matrículas en el que te multarían si te saltas la restricción», explica el presidente de Acoje. Sin embargo, «habrá que perfilar muchos aspectos, como qué ocurre con la carga y descarga o con otros aspectos».

En cualquier caso, como insiste Agustín Muñoz, se trata de un proyecto que todavía se encuentra en «fase embrionaria».

Tanto García como Muñoz coinciden en que lo importante es que las decisiones que se adopten sean fruto del «consenso». Sin ir más lejos, el presidente de Acoje recuerda el caos que supusieron medidas como las «famosas aletas de tiburón de la calle Porvera o el cierre temporal de Honda».

También habrá que ver cuándo se acomete la iniciativa y «si es el momento propicio teniendo en cuenta la situación de crisis por la que atraviesan los comercios», en palabras de Fernando García. Por tanto, habrá que consensuar cuándo se lleva a cabo.

Más peatonalizaciones

El presidente de Acoje subraya que «también se plantean peatonalizaciones, dentro de ese objetivo de sostenibilidad, como es el caso de Honda o Larga con Rotonda de los Casinos». Adoptar decisiones que convenzan a todos los colectivos para no repetir errores del pasado es, una vez más, la clave.

La intención del gobierno local es acelerar el Plan de Movilidad para que pueda estar listo en enero. La creación de carriles bus en diferentes zonas de la ciudad, la mejora de la flota o la extensión de carriles bici son algunos de los propósitos.