el apunte

Mañana es el día

Jerez Actualizado: Guardar
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Mañana es un día importante para Jerez. Toda vez sea investida alcaldesa María José García-Pelayo y tome posesión el nuevo Gobierno municipal. Comienza un periplo elegido por la mayoría de los jerezanos. El PP tiende la mano y busca colaboración, entusiasmo para trabajar juntos por Jerez pues insisten, y no les falta razón, que es tarea de todos. De unos más que de otros por cargo y responsabilidad. Luego está la oposición que hará el papel que le corresponde por salud democrática. Ya adelantó algo Pacheco «esto no ha hecho más que empezar», tanto que no le va a perdonar ni una a la nueva alcaldesa. Al otro lado está Sánchez cansada de problemas y desencuentros. Es la viva imagen de la decepción y a pesar de sus palabras «no va a haber cheques en blanco» más pronto que tarde abandonará la política local para volver a las aulas sin dejar Diputación. Todo parece indicar que será Francisco Lebrero, hombre de mesura pero firme, quien sea el portavoz del grupo municipal socialista. No obstante esperemos que esta oposición sea constructiva, sin enfrentamientos inútiles o rencores. Sobre el rencor, la inquina, resentimiento o encono escriben los psicólogos que hace más daño a uno mismo que a quien que va dirigida la envidia o rivalidad. Hay que saber despojarse de esa insana actitud y avanzar. Con todo no esperamos que la política municipal sea una balsa de aceite, lo que sí deseamos es que aparquen los enfrentamientos, el insulto y el recuerdo constante al pasado. El presente aún siendo duro es apasionante y como tal debemos trabajarlo; con ilusión y esfuerzo. Ahora toca mirar hacia delante y forjar una gestión que poco a poco levante a esta ciudad del letargo.

Mañana pues, se vivirán emociones contenidas y otras expresadas. Hay personas muy gráficas que no pueden ocultar sus sentimientos, otras por el contrario las esconden por pudor. Sea como que fuere son momentos únicos que se viven con intensidad. Será interesante ver las caras, las miradas, los abrazos... Todo se hará según el protocolo y las formas previstas. Pero así y todo observen los detalles. Hace unos años, en este noble salón García-Pelayo lloró. Otros permanecieron impasibles. Las lágrimas humanizan a la personas. Recuerden a Fededer en aquella otra amarga derrota, lloraba como un niño mientras el gran Nadal le consolaba. A Jerez le hacen falta muchos Rafas; esfuerzo, trabajo, superarse a sí mismo y ganar.