Cuartel de la Guardia Civil de Zahara de los Atunes, que aparecía entre el material intervenido en la vivienda descubierta en Óbidos en 2010. | EFE
ETA en cádiz

La banda, casi inédita en la provincia

De las pocas ocasiones que se han confirmado planes de la banda en Cádiz, el más reciente salió a la luz gracias al desmantelamiento de una vivienda en Óbidos (Portugal) en febrero de 2010

Cádiz Actualizado: Guardar
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La provincia de Cádiz no ha sido precisamente uno de los objetivos más castigados por la banda terrorista ETA, sino todo lo contrario; si bien, las escasas acciones o incursiones en suelo gaditano no alejaron del todo la amenaza permanente que ha supuesto esta organización, sobre todo en sus campañas de verano cuando elegían destinos turísticos para sus atentados. De las pocas ocasiones que se han confirmado planes de la banda en Cádiz, el más reciente salió a la luz gracias al desmantelamiento de una vivienda en Óbidos (Portugal) en febrero del año pasado. En ese improvidado laboratorio de bombas hallaron, además de numeroso material explosivo, unos documentos que colocaban la diana de los etarras en la provincia gaditana. Planos del vetusto cuartel de la Guardia Civil en Zahara de los Atunes y otras informaciones que guardaban dos terroristas en el chalé luso, confirmaban que habían puesto sus miras en este acuartelamiento de escasa vigilancia y menor actividad. Aunque su ubicación, en uno de los enclaves de moda del litoral, lo convertía en una perfecta caja de resonancia para los intereses de la banda criminal.

A partir de ese hilo, se supo también que no era la primera vez que ETA recopilaba infomación sobre posibles objetivos en Cádiz.

En mayo de 2008 caía en Francia el que hasta entonces había estado al frente de la cúpula etarra, Francisco Javier López Peña, alias "Thierry", en una operación conjunta de la Guardia Civil y la Gendarmería francesa. En los documentos intervenidos al jefe militar de la banda aparecieron los domicilios y otras informaciones personales de tres funcionarios de la Comisaría Provincial y un militar. Este descubrimiento se produjo curiosamente pocos meses antes de que la organización terrorista adquiriera en un comercio del centro de la capital gaditana, uno de los teléfonos móviles que después sería recuperado de la casa de Óbidos y que llevaba pegada una pegatina con la inscripción «Cádiz». Fuentes de la lucha antiterrorista indicaron que este método es el habitual que siguen los terroristas para identificar los terminales que van a ser utilizados en cada acción.

Tres años antes, en febrero de 2005, se producía la detención de una joven estudiante de la UCA, sobrina de un histórico de la banda, al que visitaba regularmante en Puerto II. En su piso alquilado del barrio de La Laguna, la joven había ido acumulando datos de personajes relevantes como la alcaldesa de la capital, Teófila Martínez. Sin embargo, en 2009, la Audiencia Nacional la absolvía y negaba su vinculación al aparato de captación de ETA.