CÁDIZ

San José inicia los trabajos de restauración de su fachada

La comunidad parroquial financiará al completo la intervención con un presupuesto de 360.000 euros

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Humedad, sal y vientos marinos. Señas distintivas de una ciudad que vive mirando al mar, pero grandes males de los edificios de la ciudad. Sobre todo para las edificaciones que peinan canas de tres siglos en adelante. Óscar González Esparragosa, párroco de San José lo sabe muy bien. Ha pasado de ser un excelente consejero y pastor de su comunidad parroquial a saber de sillares, tipos de piedra, tratamientos y fórmulas de laboratorio para atajar el mal que sufre la piedra exterior de su templo. «Hay que hilar muy fino porque el compromiso que ha adquirido la parroquia es muy grande», justifica el párroco. Esparragosa se refiere a la financiación externa -por valor de 360.000 euros- a la que ha recurrido la iglesia y que será sufragada con las aportaciones de 240 familias durante un plazo de ocho años. Gracias a sus donaciones, esta misma semana han podido comenzar unas obras que se alargarán durante ocho meses y restaurarán los exteriores del templo de Extramuros, «para impedir cualquier filtración que estropee el interior de la iglesia», según González Esparragosa.

En estos días, los trabajos se centran en las fachadas sur y este con la retirada de los revestimientos blancos de los muros. «Una intervención sencilla», según el propio arquitecto de la obra, Juan José Jiménez Mata. La restauración consistirá en la sustitución de estos enfoscados por unos nuevos en mortero de cal, más resistentes a las condiciones meteorológicas de Cádiz -dejan respirar la piedra evitando el sellado que provocan la pintura-. Estas actuaciones sobre los revestimientos exteriores constituyen la primera fase de unos trabajos que está llevando a cabo Lugonzo, S.L. La siguiente etapa será la más trabajosa y la que se centrará en la fábrica de piedra de la iglesia. Estas partes de la fachada, compuestas por los campanarios y las pilastras adosadas a los muros, son las más deterioradas por la acción de la humedad y los vientos de la ciudad.

El problema se encuentra en el material utilizado en el siglo XVIII para la construcción del templo, la piedra calcarenita de la cantera de San Cristóbal. Un material que «se comporta fatal» ante los agentes ambientales, según Jiménez Mata. «Es una piedra muy utilizada en la provincia en localidades como El Puerto o Jerez y, aunque depende de las zonas de la cantera, la piedra no resiste». El problema se encuentra en su composición: arena consolidada con cal. Unos materiales que exigen de un tratamiento hidrofugante que en el caso de San José es especialmente urgente.

Para poder llevar a cabo la consolidación de los campanarios es necesario efectuar unos trabajos «de sillar en sillar de piedra», como explica Óscar González. La actuación de esta fase comenzará en septiembre ya que ahora se encuentra en fase de laboratorio. Y es que para que la restauración sea más efectiva que la de 1999 -realizada en el exterior y que resultó un fracaso- se está estudiando el producto hidrofugante más adecuado a la piedra de San José. «Se emplean unas cámaras de envejecimiento acelerado en la que se fingen las condiciones que afectarán a la piedra en un plazo de 20 ó 30 años», explica Jiménez Mata. Los resultados de estos estudios se conocerán en septiembre y, de ellos, se obtendrá un tratamiento consolidante 'personalizado' para la fábrica de piedra de San José.

Una vez concluidos los trabajos -que exigirán un repaso cada ciertos años- el templo quedará restaurado al completo. Un proceso largo que se prolonga desde la intervención de 1999 y que ha llevado a recuperar la capilla del Sagrario, el retablo, la solería o los muros interiores. Intervenciones realizadas en su mayoría por una comunidad parroquial activa que no piensa permitir que su iglesia se deteriore. Para formar parte de esas 240 familias basta con acercarse por el despacho parroquial y retirar un impreso en el que comprometerse a donar una cantidad voluntaria. «Cualquier aportación es buena», según Esparragosa. «Es un proyecto cargado de ilusión y responsabilidad, a fin de cuentas es un Bien de Interés Cultural, único ejemplo en Puerta Tierra del neoclásico andaluz», puntualiza el párroco. Un proceso de donación bien sencillo en el que la complejidad reside en la responsabilidad de saberse mecenas de una obra de arte incalculable.